La CGT convocó a partir del lunes a un frente popular contra la extrema derecha. ¿Cuál es el alcance de su mensaje?
En un nuevo contexto, una nueva convocatoria. La CGT no había convocado a un frente popular durante noventa años. Con su póquer de disolución, Emmanuel Macron sumerge al país en el caos. No tiene sentido organizar elecciones legislativas en tres semanas.
Si al Jefe de Estado le invaden las ganas de jugar, puede ir al casino Le Touquet, pero no debe jugarse la vida a la ruleta rusa. Sin un ascenso democrático y social, la RN puede llegar al poder.
¿Cuales son tus miedos?
Si Jordan Bardella se instala en Matignon, redactará la ley y se hará cargo de los ministerios del Interior, de Defensa y de Justicia, en particular. La extrema derecha controlará la fiscalía y, por tanto, podrá cuestionar la independencia del poder judicial.
Está en marcha una gran lucha ideológica. La CGT nunca pondrá un signo de igualdad entre la RN y otros grupos políticos, cualesquiera que sean los desacuerdos que tengamos con Emmanuel Macron y la derecha. La extrema derecha no respeta ni la separación de poderes ni los contrapoderes, empezando por los sindicatos. No más que los principios de igualdad republicana entre ciudadanos.
