En el Gers, los agricultores movilizados mantienen cerca de Auch una presa filtrante, lo que perturba el tráfico. De hecho, desde hace varios días, los agricultores de la región de Occitania se movilizan para denunciar unas condiciones de trabajo cada vez más difíciles.
Continúan en Gers las manifestaciones de los agricultores de Occitania. De hecho, los agricultores de la región se han manifestado desde principios de semana, expresando su descontento por una situación que consideran crítica. Entre las principales causas de este enfado: una caída de los ingresos, unas normas consideradas demasiado restrictivas y una mayor competencia internacional. En el punto de mira, acuerdos comerciales, como el entre la Unión Europea y Mercosur, considerados una amenaza a la soberanía agrícola francesa. Los agricultores señalan estos acuerdos porque favorecen productos que no cumplen con las estrictas normas impuestas en Europa, lo que coloca a los productores y ganaderos franceses en una posición débil.
Persiste una presa filtrante en el Gers
El miércoles por la tarde, los agricultores de Gers cerraron la rotonda de Saint-Cricq, un punto de tráfico estratégico cerca de Auch. Aunque ya ha reabierto, en este lugar sigue habiendo una presa de filtrado, lo que provoca retrasos en la circunvalación de Auch y en la N124.
Las autoridades departamentales y la prefectura piden precaución y recomiendan a los automovilistas anticiparse a las perturbaciones y seguir la evolución en tiempo real a través de los canales de información locales.
Además, es probable que el movimiento dure. En un comunicado de prensa publicado el miércoles, la FNSEA y los Jóvenes Agricultores saludaron un importante paso adelante en su lucha. El gobierno anunció que se realizará un debate parlamentario en torno al acuerdo del Mercosur, respondiendo así a una de las principales demandas del movimiento.
Los sindicatos saludan entonces esta “movilización clara y responsable” que permitió alcanzar este objetivo. Sin embargo, insisten en la necesidad de continuar la lucha para garantizar medidas concretas a favor de la agricultura francesa. Si se reconocen los avances, la movilización de los agricultores no se detiene ahí. Bloqueos, incendios y acciones simbólicas son medios de presión para exigir soluciones duraderas a una crisis que, según ellos, amenaza no sólo su profesión, sino también la autonomía alimentaria de Francia. Tanto en el Gers como en otros lugares, los agricultores quieren seguir haciendo oír su voz.