A petición de la asociación de alcaldes rurales, una cincuentena de municipios del Gard (sureste de Francia), incluido Cendras, de 1.600 habitantes, cerraron sus puertas del martes al jueves, durante el congreso de alcaldes de Francia reunidos en París. ¿Su objetivo? Proclaman en voz alta su oposición al ahorro de cinco mil millones de euros que el gobierno les exige para el presupuesto de 2025 para reducir el déficit público. “Por tanto, no se garantizará la recepción del público durante la duración de la operación. Sus cargos electos se están movilizando para defender su municipio”, especifica el mensaje en el contestador automático de estas localidades.
Enojo. “Me enoja la idea de culparnos de la deuda. En nuestros ayuntamientos nuestros presupuestos están equilibrados. Somos como una familia, no gastamos lo que no tenemos”, explica a la AFP el alcalde de Cendras y presidente de la asociación de alcaldes rurales del Gard, Sylvain André. “Nuestros recursos ya se han reducido, el coste de la energía nos ha costado caro”, continúa. “Además, las regiones y departamentos también perderán asignaciones. Todo esto se sumó, no podemos más”, afirma el concejal.
Una exasperación compartida en el Sudeste por el alcalde de la segunda ciudad de Francia, Marsella. “Estoy muy preocupado por lo que nos propone el gobierno en su proyecto de ley de finanzas. Si se aplica simplemente les explicaré lo que pasará en mi ciudad. Para el Marsella, el primer año, en 2025, son menos de 50 millones de euros”, declaró Benoît Payan en el France Inter el miércoles. “Es el salario completo de mis policías municipales, es la totalidad del comedor de mi escuela cada hora del almuerzo y es una escuela el año que viene” que no podremos renovar, añadió.
“No queremos recortar estos gastos, pero da una idea del impacto de lo que pide el Gobierno”, dijo a la AFP el ayuntamiento, precisando que la ciudad cuenta con 550 policías municipales y sirve 55.000 comidas al día. a los niños de Marsella. Y Payán dice que se solidariza con los alcaldes rurales. Su colega de Cendras advierte: “Todas estas medidas caen durante un período de reflexión para los alcaldes sobre si se marcharán en 2026 o no. No hay nada mejor para desanimarnos”.
© Agencia France-Presse