Se trata principalmente de empleados que ya podrían trabajar juntos internamente. “Para los clientes de Credit Suisse, inicialmente solo cambiará la consideración legal. Seguirán teniendo sus tarjetas de débito, hipotecas o productos de inversión en Credit Suisse mientras los sistemas informáticos sigan funcionando”, explica Keller-Busse.
Para algunos clientes complejos, como las grandes empresas, la migración comenzará este año, añade. El resto de los clientes deberían ser transferidos a los sistemas UBS antes de Nochevieja de 2025, continúa.
La fusión de los dos bancos va acompañada de una reducción significativa del número de sucursales. Según el director de UBS Suiza, el objetivo es que el banco fusionado tenga sólo 194 sucursales en Suiza. Actualmente, la UBS tiene 190 y Credit Suisse 95.
Despidos ya en 2024
Las sucursales de UBS y Credit Suisse ya se han reunido en cinco ubicaciones en el marco de una prueba piloto. Se optó por el sitio con mayor superficie, porque los asesores de clientes tienen que moverse con sus sistemas hasta que los clientes migran, explica el gerente. “Es necesario que haya espacio para más asesores”.
Las primeras pruebas son concluyentes, señala Keller-Busse. “La implantación supone un gasto puntual, pero nos permite cerrar rápidamente sucursales supernumerarias”.
Para el directivo, los procedimientos de concesión de créditos de Credit Suisse y UBS son “muy similares”. “Las diferencias aparecen especialmente en las operaciones especiales.
La fusión de los dos bancos debería provocar la eliminación de casi 1.000 puestos de trabajo, confirma el director de la UBS Suiza. Los despidos vinculados a las actividades suizas comenzarán en el segundo semestre del año. “Con la migración a la plataforma UBS, los compañeros del ‘back office’ se verán más afectados.”
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