Es un eufemismo decir que se espera el proyecto. En un contexto de mercado inmobiliario saturado y de una demanda de vivienda cada vez más fuerte, el Departamento y su arrendador social, Finistère Habitat, colocaron el lunes 18 de noviembre la primera piedra de un proyecto de 34 nuevas viviendas sociales. Situado a lo largo de la antigua carretera de Rosporden, en Quimper, y denominado Résidence Anthony, el proyecto estará íntegramente dedicado al alquiler. “Es un proyecto que se presentó hace dos años y que fue objeto de dos permisos de construcción debido a problemas relacionados con la red”, explica Laurent Prat, director de desarrollo y patrimonio de Finistère Habitat.
Tres niveles de alquiler diferentes
“Anteriormente, en este terreno sólo había un pabellón, que se encontraba en estado ruinoso”, recuerda Pierre-Jean Grenouilleau, director general de Axiom, propietario del proyecto. “Claramente estamos en una lógica de densificación. Ante la demanda, cada vez más viviendas individuales se sustituyen por viviendas colectivas. Este proyecto es parte de esta lógica. »
En total, incluirá dieciséis viviendas T2, catorce viviendas T3, tres viviendas T4 y una vivienda T5. El edificio en sí tiene dos niveles. Las habitaciones situadas en la planta baja, ocho de las cuales son adecuadas para personas mayores, cuentan con jardines privados y las situadas en la planta superior tienen balcones. Cada alojamiento también se beneficiará de al menos una plaza de aparcamiento. “La mayoría de ellas son viviendas pequeñas, porque es lo que más demanda hay”, subraya Laurent Prat. La entrega del solar está prevista para el primer trimestre de 2026. La comisión de adjudicación de viviendas se organizará cuatro meses antes de la entrega de la obra. “Las viviendas tendrán tres niveles de alquiler diferentes, para que haya una verdadera diversidad social”, insiste Didier Guillon, presidente de Finistère Habitat y vicepresidente del departamento, que invierte cerca de 5,4 millones de euros en la operación.
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