DESCRIPCIÓN – Según el último barómetro de EY, casi uno de cada dos empresarios extranjeros ha reducido sus proyectos de inversión en Francia. La falta de visibilidad es preocupante.
Emmanuel Macron no tuvo más remedio que disolver la Asamblea Nacional el pasado mes de junio. Esta es la línea de defensa del Presidente de la República, que cree que el gobierno Attal habría sido inevitablemente censurado durante el examen del presupuesto. Una justificación que tiene poca convicción en los círculos políticos y que resulta indiferente a los responsables de las decisiones económicas. Están demasiado preocupados por la inestabilidad generada por la decisión presidencial así como por el aumento de los impuestos contenidos en el proyecto de ley de finanzas de 2025 defendido por el nuevo gobierno.
El último barómetro de EY publicado el lunes por la tarde confirma esta preocupación: el 50% de los directivos de empresas extranjeras creen que el atractivo de Francia se ha deteriorado desde el anuncio de la disolución el 9 de junio. Lo que es más preocupante es que casi la misma cantidad (el 49% de los 200 que componen el panel) dicen haber reducido sus proyectos de inversión. Otra nube oscura en un…
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