Abrigo pío sobre un fondo de hierba alta, vestido rubio acurrucado entre unas ramitas de cardo, mirada dulce fijada en un rayo de sol… Cada una tiene ya su retrato, colgado en una galería virtual. Ulrig, Olympes, Verveine e Yseult se encuentran entre las primeras once vacas que formarán el rebaño de Cécile Breton, una treintañera que actualmente se instala como “criadora campesina” en Beaumont-Louestault.
Se compra la finca, con sus edificios, se alquila el terreno, se convierten 33 hectáreas de prados a la agricultura ecológica, se aprueba el préstamo para las obras y el equipamiento: queda por adquirir el rebaño, por un importe estimado en 15.000 euros. Para completar la ronda, este ingeniero agrónomo de formación, formado en el campo tras varios años de sustitución como trabajador agrícola, lanzó un fondo de premios en la plataforma de crowdfunding dedicada a la agricultura Miimosa. Un enfoque todavía poco común en el sector agrícola, pero que tiende a imponerse en Indre-et-Loire.
Crear un vínculo entre el consumidor y el productor.
“Al principio fue mi hermana quien me dijo que me compraría una vaca para ayudarme, sonríe Cécile Breton. Pensé que un premio acumulado sería una buena manera de involucrar a la gente en mi proyecto. » Por unas decenas de euros, se invita a los contribuyentes a recoger un litro de leche de la granja, visitar la granja, compartir un chocolate caliente o incluso hacer un picnic en el prado. A partir de 1.000€, el afortunado donante podrá incluso elegir el nombre del primogénito de la vaca apadrinada. “Podría haber ofrecido quesos, pero quería recompensas que también crearan un vínculo entre el consumidor y el productor”explica el campesino.
Un planteamiento que se hace eco de otros proyectos llevados a cabo en la plataforma en el departamento: creación de viñedos ecológicos o naturales, compra de una vitrina refrigerada para su comercialización, adquisición de una conservera de productos locales o incluso la creación de un taller de transformación ecológica. proteínas vegetales… “Granjas a escala humana, comprometidas, con necesidades limitadas y con la posibilidad de ofrecer a cambio productos y experiencias: este es el perfil que mejor se adapta a nuestro modelo”confirma Chloé Fievet, responsable del sector en la plataforma Miimosa.
En cada ocasión se recaudaron varios miles de euros (7.000 euros de media) a cambio de productos agrícolas, invitaciones a participar en la vida de la finca o incluso a dejar su huella.
Un gran esfuerzo comunicativo
“Un bote es por supuesto una forma de financiar una inversión sin volver a endeudarse, pero también es una gran oportunidad para comunicar”considera Jeanne Métayer-Geffard, horticultor de Saint-Pierre-des-Corps, que acaba de recaudar 15.100 euros para la ampliación de los invernaderos de su explotación, Les 4 Saisons de la Morinerie. Su campaña de recaudación de fondos movilizó a 187 contribuyentes, para donaciones que oscilaban entre 10 y más de 600 euros. El resultado de un importante trabajo de movilización. “Tenemos que presentar el proyecto, desarrollar las recompensas, pero también solicitar nuestra red, estar presentes en los medios, discutir en las redes sociales…”describe el agricultor que le dedicó muchas horas. “El éxito de una colección depende en gran medida del compromiso del líder del proyecto, éste debe estar dispuesto a comunicar”confirma Chloé Fievet. Según las estadísticas de la plataforma, el 80% de los cobros resultan en al menos el 60% del objetivo marcado.
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Gracias a los primeros 120 contribuyentes y a tres semanas del cierre de su recaudación de fondos, Cécile Breton ya ha conseguido financiar la mitad de su rebaño. Las primeras vacas, Olympe, Troelles, seguidas de cerca por Vénus y Verveine, ya han llegado a la granja. Para el inicio de la producción previsto para primavera… Justo en el momento adecuado para los primeros picnics en el prado con los colaboradores.
La participación en la financiación del rebaño de Ferme aux Chouettes de Cécile Breton está abierta hasta el 8 de diciembre en la plataforma Miimosa.
Préstamos ciudadanos para grandes proyectos
Menos extendidos que las colectas de donaciones paralelas, los préstamos participativos son otra forma de convocar a la participación ciudadana para proyectos más grandes. Por tanto, la plataforma Miimosa ofrece a los responsables de proyectos agrícolas la posibilidad de solicitar préstamos ciudadanos, con tipos de interés por definir. “ Para el líder del proyecto, es una alternativa más flexible al préstamo bancario, para el ciudadano o la empresa prestamista, es una forma de inversión”.describe Chloé Fievet, de la plataforma Miimosa. Incluso si los proyectos son clasificados de antemano por los analistas de la plataforma (que sólo se quedan entre el 2 y el 5%), el prestamista “Debemos ser conscientes de que se trata de una inversión arriesgada”pregunta Chloé Fievet.
En Indre-et-Loire, se han lanzado (y finalizado) convocatorias de préstamos para la creación de una explotación caprina, una unidad de metanización o incluso un huerto ecológico, por importes que oscilan entre 15.000 y 500.000 euros.