Juró. Pena de prisión suspendida por maltrato animal en Beaufort

Juró. Pena de prisión suspendida por maltrato animal en Beaufort
Juró. Pena de prisión suspendida por maltrato animal en Beaufort
-

Para el bienestar de sus animales, había instalado una emisora ​​de radio en su pasto, en el territorio del municipio de Beaufort. Allí también él había montado una caravana, en la que vivió durante dos años tras su desalojo de su casa. “Un pobre que lo perdió todo”, explicó su abogado ante el tribunal penal de Lons-le-Saunier, donde compareció este viernes 15 de noviembre por maltrato animal.

Un “pobre hombre” que amaba a los animales, que vivía rodeado de aves de corral, ovejas, una docena de perros e incluso un caballo… No dejó de repetir este amor en el estrado, en un intento de responder a las acusaciones de maltrato, abandono de animales o incluso falta de documentos administrativos relacionados con la cría de animales.

Un caballo muerto… ¿pero de qué?

Había sido objeto de varios controles por parte de los servicios veterinarios y se habían observado anomalías, tanto en términos de abrevadero, alojamiento, cuidado de los animales como de mantenimiento del terreno donde se encontraban diversos residuos, cajas de cartón, chatarra… Incluso un testigo vino varias veces desde Cesancey para abrevar al caballo. Pero fue en vano: el animal acabó muriendo y su cadáver permaneció en el suelo durante varios días, en estado de descomposición.

Sin embargo, hablando de “su último semental de 11 años”, el acusado negó haberlo abandonado voluntariamente. Amaba este caballo y siempre había amado a los animales. Él “nunca les hizo el más mínimo daño”. Según él -que estudió agricultura- el caballo murió de “piroplasmosis y no de malos tratos”.

Animales cambiados por verduras

Para Me Chancenot, su abogado, el problema de su cliente era “que todavía vivía a la antigua usanza, en el campo, rodeado de animales de granja, que intercambiaba en los mercados de la región a cambio de verduras y otras plantas recuperadas. Y prohibirle tener animales le resultaría insoportable”.

El tribunal concedió este “favor” al acusado al no prohibirle tener animales. Pero el hombre recibió aún una pena de prisión suspendida de tres meses y una multa de 300 euros por la falta de pruebas de la recogida de animales muertos en su granja.

De acuerdo con nuestra carta editorial, la identidad de los acusados ​​no se revela para sentencias de menos de un año de prisión con orden de prisión preventiva o de dos años de prisión sin orden de prisión preventiva.

France

-

PREV Conquistando la noche: cuando Francia se iluminó
NEXT “La vergüenza debe cambiar de bando”: miles de personas en las calles contra la violencia machista