Didier Deschamps, entrenador de la selección de Francia, dice sentir una especie de hastío hacia él. Pero está encantado con la victoria obtenida el domingo en Italia (1-3) con un equipo renovado.
Didier Deschamps concluyó el año 2024 con un ligero desaire a sus detractores. Su equipo disfrutó de un éxito prestigioso en Italia (1-3) y se hizo con el primer puesto de su grupo de la Liga de las Naciones el domingo, con la perspectiva de unos cuartos de final un poco más asequibles en marzo. Una forma de pasar página en un año agitado por una Eurocopa muy frustrante en términos de juego (eliminación en semifinales) o las polémicas en torno a su capitán Kylian Mbappé. Él tampoco ha escapado a las críticas. Admite haber sentido el viento de protesta durante la manifestación de noviembre, aunque asegura que se mantiene alejado de los medios de comunicación y de las opiniones diversas.
“Nunca nadie me hará perder la serenidad”
“No lo siento porque esté desconectado, sinceramente”, dijo a L’Equipe. “Me mantengo informado si hay algo importante pero no empiezo a leer, a escuchar, eso no me interesa. En una conferencia de prensa ayer (domingo), me hicieron cuatro preguntas sobre mí por primera vez”. Dice comprender cierto cansancio hacia él debido a su longevidad en el banquillo de los ‘bleus’ desde 2012:
“Soy realista, han pasado doce años… La gente está cansada de ver mi cara…”
“Estoy en contacto con el mundo todos los días”, continúa. “Vamos a decepcionarnos… Yo también, no me voy a esconder cuando las cosas no van tan bien. A pesar de todo, poder hacer lo que hicimos esta noche. Estoy tranquilo, no voy a para saltar al techo hay que valorar todo lo que se ha hecho desde hace bastantes años y estar ahí arriba, conlleva unas expectativas y una exigencia determinada (…) Soy el primero en ser exigente conmigo mismo y. los jugadores, es su victoria y estoy muy feliz de haberlo conseguido. aquí, en Milán, contra Italia y haber recuperado este primer puesto”.
Insistió en esta tranquilidad a la prensa italiana. “Nadie me hará perder la serenidad”, prometió el técnico en declaraciones recogidas por Sky Sport Italia. “No ganamos contra Israel, pero este clima es normal, estamos acostumbrados desde hace mucho tiempo a ver a Francia siempre en la cima. He sido entrenador durante 12 años, tal vez haya gente que esté cansada de verme o escucharme, pero solo cuenta el interior, la relación con mis jugadores. Son jóvenes y necesitan apoyo, pero tienen calidad para hacerlo bien.