Bernard Squarcini es “un gran servidor del Estado”, “un excelente francés”, “flexible y felino” – Es el ex diputado (UMP) del Tarn y miembro del gabinete de Charles Pasqua en el consejo general de Altos del Sena, Bernard Carayon, quien dice esto. En el estrado, el jueves 14 de noviembre, este testigo, citado por la defensa del ex jefe de la Dirección Central de Inteligencia Interior (DCRI), antepasado de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), lamenta sin embargo que ““hay [ait] tradicionalmente un juicio en Francia [fait aux] Recursos estatales puestos al servicio de la empresa ».
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Los días 14 y 15 de noviembre, la pregunta planteada ante el tribunal penal de París, ante el que se remite al Sr. Squarcini por once cargos de prevención, es la siguiente: ¿el ex jefe de espías, cercano a las redes de Sarkozy, utilizó los recursos de la servicio que dirigió, entre 2008 y 2012, con fines que van más allá del marco legal? Dos de las cuatro partes de la investigación abiertas en 2016 fueron discutidos al principio del proceso: la identificación por parte del Sr. Squarcini de un chantajista que afirmaba tener fotografías del jefe de LVMH, Bernard Arnault, en galante compañía, así como las escuchas telefónicas realizadas en dos ocasiones a un agente de policía, para motivos inciertos.
En diciembre de 2008, pocos meses después de la llegada de “Squale” –su apodo en la plaza Beauvau– al frente de la inteligencia interna, sus equipos fueron encargados de vigilar varios cibercafés. El número dos de LVMH, Pierre Godé, « [lui avait signalé] que el [avait] un problema urgente y confidencial »explica el señor Squarcini en el bar: « Yo [m’a parlé] de acciones desestabilizadoras, de correos electrónicos que recibió”vinculado a “un intento de chantaje”.
La gran mayoría de los agentes enviados al campo desconocen el nombre de la víctima y el propósito del intento de extorsión. El presunto chantajista, ex conductor de Bernard Arnault, fue rápidamente identificado. A continuación se levanta el dispositivo, sin que se interrogue al individuo ni se redacte un informe.
Respuestas vagas
Terminado este resumen de los hechos, el presidente del tribunal, Benjamin Blanchet, pasa a las preguntas. Rápidamente emerge lo que parece ser un diálogo de sordos entre los magistrados y las partes civiles, por un lado, y la defensa, por el otro: los primeros cuestionan el marco jurídico preciso de las acciones llevadas a cabo. Bernard Squarcini ofrece respuestas vagas.
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