El tribunal de lo penal de Seine-et-Marne, en Melun, condenó a Philippe B. a nueve años de prisión. El veredicto se conoció el viernes por la noche, después de tres días de juicio. El acusado fue declarado culpable de intento de asesinato de uno de sus vecinos.
Este vecino de Pommeuse, de 58 años, fue juzgado por haber disparado con una escopeta en el abdomen de uno de sus vecinos la tarde del 18 de agosto de 2021. La víctima había sido literalmente eviscerada.
La fiscal general Myriam Khouas había solicitado una pena de nueve años de prisión por intento de asesinato. El abogado defensor Christophe Dayras pidió la absolución de Philippe B. Según él, su cliente actuó en defensa propia y el disparo se produjo accidentalmente.
Desde las primeras horas de su detención policial, durante la investigación y durante la audiencia, Philippe B. ha sostenido que nunca tuvo ninguna intención homicida. Esa noche, según él, David G. apareció borracho delante de su casa, mientras profería amenazas. El hombre de 30 años supuestamente empujó a su esposa, haciéndola caer al suelo. Philippe B. habría salido de su casa, con su rifle de caza con cañones superpuestos en la mano. Al parecer tropezó con un escalón. Un solo disparo se habría disparado accidentalmente. Hiriendo gravemente al treintañero en el estómago.
Cuando llegaron esa tarde a este sector de Pommeuse, formado por parcelas ocupadas por viajeros, la policía se topó con un muro. De hecho, no pudieron llevar a cabo sus investigaciones debido a la presencia de gente enojada y hostil. Entonces se fueron de nuevo. La audiencia, que duró tres días, no pudo determinar exactamente qué sucedió. Y con razón, la escena del crimen fue limpiada con abundante agua antes de que los investigadores regresaran a la mañana siguiente.
En la audiencia, David G., que pasó casi dos meses en coma, hoy vive “con un agujero en el estómago” y recibe un tratamiento intenso para los dolores. Tenía estas simples palabras: “No me puedo quejar, todavía estoy aquí”. El hombre de treinta años, que ya no puede trabajar y ha perdido casi 40 kg, no puede contar la tragedia: no la recuerda. También lo dice: “No hubo ningún conflicto entre nosotros, no sé qué pasó, no lo puedo explicar”.
