Entre los costos crecientes y una legislación cada vez más restrictiva, los agricultores del Norte están haciendo sonar la alarma. Testimonios de productores de remolacha, productores de leche y apicultores sobre sus realidades e inquietudes respecto a las normas europeas y la competencia internacional.
Los agricultores del norte de Francia son testigos de la crisis que los golpea duramente, entre el aumento de los costes de producción, la complejidad administrativa y las normas europeas restrictivas. Las granjas se están expandiendo y diversificando para sobrevivir, pero la presión sigue siendo fuerte. Los productores, como Benjamín y Nicolás, señalan la reducción de las ayudas y las prohibiciones de productos fitosanitarios sin alternativas, lo que pone en peligro sus rendimientos y la viabilidad de sus explotaciones.
En cuanto a los apicultores, Frédéric menciona las dificultades adicionales relacionadas con los neonicotinoides, los ataques de avispas asiáticas y los peligros climáticos, que han reducido su producción en un 70% este año. A pesar de iniciativas como las ventas directas y la diversificación de la producción, el sentimiento general es el de una lucha constante por mantener una actividad viable frente a los crecientes desafíos económicos y ambientales.
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