El sector de la construcción en Lot-et-Garonne vive un período de turbulencias y, aunque los artesanos no quieren hundirse en el pesimismo, la situación dista mucho de ser color de rosa. Las últimas estadísticas son claras: una caída del 5% en rehabilitación y del 11% en obra nueva. Cifras que, según los profesionales, auguran una situación económica delicada. Hoy en día, los artesanos se enfrentan a múltiples desafíos, exacerbados por las recientes medidas fiscales que corren el riesgo de pesar aún más sobre el sector.
Un sector que se debate bajo el efecto de las nuevas reformas fiscales
Uno de los principales puntos de tensión es el aumento del IVA sobre las nuevas calderas de gas, previsto en el marco del proyecto de Ley de Finanzas (PLF). Esta medida incrementa el IVA del 5,5% al 20%, lo que podría tener un impacto significativo tanto para consumidores como para profesionales. “Con este aumento del IVA, podemos ver claramente que se corre el riesgo de ralentizar la actividad. Por ejemplo, para una caldera que cuesta 5.000€, esto supone 750€ más para el cliente. », explica Amar Hocine, carpintero y presidente de CAPEB 47. Esta decisión es tanto más problemática cuanto que las calderas de gas, aunque se consideran menos ecológicas que otras soluciones, siguen formando parte del equipamiento necesario para la transición energética, especialmente en los edificios antiguos. “Sabemos que debemos acelerar la transición energética, pero debemos hacerlo de manera realista. No podemos imponer soluciones como las bombas de calor en los edificios de 1970 con calefacción colectiva. Y luego está también la cuestión del gas verde, que se deja de lado, aunque podría ser una solución viable. »
Aprender en peligro
Otra fuente importante de preocupación para los profesionales de la construcción es la formación y el aprendizaje. A pesar de la ambición del gobierno de llegar al millón de aprendices, se observó una caída del 10% en las inscripciones al inicio del año escolar 2024 en el sector de la construcción, lo que plantea interrogantes sobre la capacidad del sector para satisfacer las necesidades de mano de obra cualificada en los próximos años. .
“Podemos ver claramente que la situación se está volviendo tensa”, subraya Amar Hocine. “Los jóvenes son una palanca importante para el futuro del sector y hoy estamos perdiendo jóvenes que ya no se dedican a profesiones de la construcción. Además, las ayudas al aprendizaje están disminuyendo, y eso es un problema real. » Sin embargo, el aprendizaje sigue siendo una de las claves para la sostenibilidad del sector, un verdadero trampolín para los jóvenes que desean acceder a una profesión, formarse y, posiblemente, crear o hacerse cargo de una empresa. “El aprendizaje es un ascensor social. Permite a los jóvenes encontrar un empleo estable y adquirir capacidades que les ofrecerán oportunidades profesionales reales. Pero si seguimos reduciendo las ayudas, se pone en peligro el futuro del sector”, insiste Pierre Bouet, carpintero de la empresa Abc Toitures y administrador de la Capeb.. Ante estas incertidumbres, los artesanos y las empresas constructoras piden una mayor visibilidad a medio y largo plazo. “No estamos aquí para lamentarnos, pero todos debemos ser conscientes de que el semáforo se ha vuelto naranja”, advierte Amar Hocine. “El sector de la construcción es resiliente, siempre hemos sabido adaptarnos a las crisis, pero esto es demasiado. »