Un plan de austeridad caracterizado por impuestos elevados para los grandes grupos y las familias más ricas, tal como estaba previsto, pero que también prevé una jornada adicional de trabajo para los asalariados, un aumento más limitado de lo esperado de las contribuciones patronales y menos esfuerzos para las autoridades locales… Así podría ser el presupuesto para 2025, al menos si, como es probable, el texto final se acerca a la versión gubernamental tal como el Senado comenzó a modificarlo el miércoles 13 de noviembre.
Después de dos años de caída del déficit, este presupuesto se “el que finalmente marca el final de “cueste lo que cueste”” y cartilla “una recuperación masiva y sin precedentes” cuentas, ya promete el ponente general del presupuesto en el Senado, Jean-François Husson, elegido Les Républicains (LR).
Olvidemos los impuestos creados en las últimas semanas en la Asamblea por decenas de miles de millones de euros, los gastos revisados al alza, así como la eliminación de la financiación de la Unión Europea por parte de Francia. Toda esta primera versión del proyecto, con enmiendas adoptadas poco a poco gracias a la izquierda y a veces a la extrema derecha, fue barrida por el voto negativo general de la Asamblea Nacional, el 12 de noviembre, sobre la primera parte relativa a las recetas. Cubo de la basura. Una primicia bajo la Vmi República.
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“Una reversión de lo planeado en nuestra democracia”
Así, los senadores reunidos el miércoles en la comisión de finanzas partieron del proyecto inicial del presupuesto estatal, mientras que sus colegas especializados en asuntos sociales trabajaron en su contraparte en el ámbito de la Seguridad Social. Están previstos intensos intercambios con el gobierno durante un mes. Y es según la versión que saldrá del Senado en diciembre que habrá que llegar a un compromiso en comisión mixta con los diputados, antes de presentarlo a la Asamblea, recurriendo sin duda al artículo 49.3 de la Constitución, que permite la adopción sin un voto.
Por una vez, “así que aquí es donde se redactarán los presupuestos”, Tengan en cuenta los senadores. Algunos están encantados con el papel clave que les ofrece la ausencia de mayoría en la Asamblea. Los otros, más críticos: “Es una inversión de lo planeado en nuestra democracia, lamenta el socialista Claude Raynal, presidente del comité de finanzas. Ojalá esto no vuelva a suceder. »
Con el apoyo de la mayoría senatorial de derecha al nuevo gobierno, el presupuesto para 2025, tal como está, debería, en términos generales, mantenerse cerca del esquema presentado a principios de octubre por Michel Barnier. No se trata de cambiar el objetivo central, que consiste en reducir el déficit del 6,1% del producto interior bruto (PIB) previsto en 2024 al 5% en 2025. Una cifra tótem que el ejecutivo mantiene pase lo que pase, aunque pocos expertos Creo que tal disminución es posible: “probablemente el paso sea demasiado alto”, Los analistas de Natixis volvieron a juzgar el miércoles, que cuentan con un 5,4%.
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