“Entiendo que ambos bloques están muy interesados en concluir las partes del acuerdo que aún están en discusión”, aseguró el secretario argentino de Relaciones Económicas Internacionales, Marcelo Cima. “Tenemos dos fechas clave […] : la cumbre del G20 en noviembre en Río de Janeiro y la cumbre del Mercosur en diciembre de este año. Por eso vamos a trabajar en la realización de este gran proyecto”, subrayó por su parte el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Minoría de bloqueo
Sin embargo, será difícil para la Comisión Europea, que negocia en nombre de los 27, llegar a un acuerdo la próxima semana en Río. “Parece complicado”, admitió una fuente europea en Bruselas. Para Francia, “el Mercosur, tal como está, no es un tratado aceptable”, recordó el presidente francés, Emmanuel Macron. “Francia dice que no y Francia no está sola en este rechazo del Mercosur. Lo que necesitamos obtener es suficiente para ejercer nuestro veto a nivel europeo” reuniendo a “el mayor número posible de países” de la UE, explicó el lunes la ministra francesa de Agricultura, Annie Genevard.
El primer ministro francés, Michel Barnier, intentará hacer valer la posición de París durante un viaje a Bruselas el miércoles, donde se reunirá con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Para bloquear la decisión, Francia debe reunir una minoría de bloqueo dentro del Consejo, que reúne a los estados miembros de la UE.
Sin embargo, nada es menos seguro. Alemania y España están presionando con todo su peso. Sin embargo, si Polonia o Austria han expresado regularmente su oposición, esto es insuficiente, porque para constituir una minoría de bloqueo se necesitan al menos cuatro Estados. Sin embargo, algunos en Bruselas quieren creerlo, considerando que países como Italia, Irlanda o los Países Bajos pueden inclinar la balanza.
Sin certeza
El acuerdo también debe ser ratificado por el Parlamento Europeo. De nuevo, no hay certeza. La oposición al acuerdo Mercosur, compartida por la abrumadora mayoría de los eurodiputados franceses, todas las tendencias políticas juntas, es minoritaria, según uno de ellos. Para otros, no es así, porque los eurodiputados de izquierda y gran parte de la derecha se oponen al acuerdo. Los agricultores europeos, muchos de ellos franceses, se manifestarán en Bruselas el miércoles para hacer oír su voz.
“Si la ratificación del tratado se produjera en contra del consejo de Francia, se abriría una brecha en la confianza que los franceses tienen en Europa”, advirtió Sophie Primas, ministra francesa responsable de Comercio Exterior. Por tanto, París quiere creer que sus intereses serán tenidos en cuenta, incluso si la presión sigue aumentando. “Si no llegamos a un acuerdo con ellos (los países del Mercosur), este vacío lo llenará China”, advirtió el martes la futura jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas.
“Desestabilizar toda la industria”
Una vez en vigor, “aumentaría el producto interior bruto (PIB) de la UE en 15.000 millones de euros y “el de los países del Mercosur en 11.400 millones de euros”, aseguró el comisario de Comercio Valdis, jefe negociador del lado europeo. Este tratado de libre comercio, negociado durante 25 años antes de concluir un primer acuerdo en 2019 pero nunca ratificado, prevé en particular una cuota para las importaciones de carne vacuna latinoamericana de entre 90.000 y 100.000 toneladas por año.