¿Qué tienen en común la sede de un gran banco en España, un crucero que surca los mares del mundo, un hotel en Dubai y un escaparate de Dior? Lujo obviamente. Pero no sólo eso.
El saber hacer de Mosa se encuentra en todas partes. La del grupo Ober, cuya sede se encuentra en Longeville-en-Barrois (poco más de 1.000 habitantes), a las afueras de Bar-le-Duc.
Superficies decorativas
Este saber hacer son estos paneles, llamados Oberflex, de chapa de madera laminada, inventados en 1968 en el seno de una pequeña carpintería fundada en 1925 por la familia Ober. “Paneles fabricados con chapas de madera auténtica, ultrarresistentes y resistentes al fuego”, explica Clément Lescanne, director comercial y de marketing del grupo Ober, responsable de desarrollo, marketing, exportación y estrategia.
Estos enchapados aplicados sobre soportes se encuentran “puestos en la pared, perforados para colocarlos en el techo o utilizados para realizar muebles o arreglos. » Tantas superficies decorativas como soluciones acústicas ampliamente contrastadas que hacen de Ober “un referente de la madera en decoración de interiores y de muy alta gama”.
Cuatro mercados
Muy, muy poco centrada en el mercado individual, Oberflex está presente en cuatro mercados principales: el lujo primero. “Con expositores para grandes marcas como Dior, Hermès, Clarins, marcas de relojes suizos, que están instaladas en todo el mundo”.
A este mercado clave se suma el mercado terciario. “Podrían ser las torres de La Défense que deciden rehacer toda su decoración interior, un despacho de abogados, la sede de un banco español…”, pone como ejemplo Clément Lescanne.
Gran mercado 100% exportador, el del sector naval. Ya no a través de la decoración de los grandes cruceros, sino en el mercado de los barcos de expedición, estos barcos de 150 camarotes que ofrecen cruceros muy lujosos por unos 30.000 euros a la semana.
Por último, Oberflex también está presente en el mercado hotelero de alta gama. “Palacios, hoteles de 4/5 estrellas”.
Starck, Nuevo…
Tantos mercados que no se exploran directamente “sino mediante la prescripción de empleados que visitan a diseñadores, arquitectos como Philippe Stark, Jean Nouvel… con los que trabajamos”, explica el director comercial. Y esto a nivel internacional con oficinas en San Francisco, Nueva York, Londres, Madrid, Barcelona, Dubai, Singapur, Hong Kong. Pero también desde Longeville-en-Barrois para gestionar el mercado europeo.
El mayor mercado está en suelo americano, seguido de Asia, España… 65 países en total. Para un mercado que se reparte a partes iguales entre Francia y la exportación, con un volumen de negocios de 22 millones de euros. Hace 20 años, cuando la empresa pasó a manos del equipo actual, sólo el 25% de la facturación (13 millones de euros) se generaba a través de exportaciones. Una evolución que supuso la contratación de numerosos representantes comerciales de exportación y la apertura de oficinas internacionales.
Conquistar China continental
En términos de competencia, hay que mirar hacia los alemanes, los italianos o los suizos, “pero especialmente no hacia los chinos”. Clément Lescanne explica: “Como trabajamos sobre un producto muy estandarizado (medio ambiente, seguridad contra incendios, etc.), no vemos a los chinos”.
En un año, los 130 empleados de la fábrica de Mosa pudieron enterarse de la apertura de una oficina en Shanghai para conquistar la China continental, cada vez más sensible al lujo francés, recientemente en busca del made in France en el diseño de interiores.
Con el objetivo general: avanzar más en el segmento de gama alta, acentuar el desarrollo internacional y avanzar hacia el producto más ecológico posible con un producto reciclable, reciclado y aislante. Y de los bosques franceses, si la moda vuelve a las hayas y no ya al roble y al nogal blanco que se encuentran en Norteamérica.
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