“En términos de ingeniería ecológica, Francia está muy por delante de la mayoría de los demás países del mundo”, señala Christophe Plotard, director de comunicación de TerrOïko. Gracias a su experiencia en la gestión de la biodiversidad, la empresa con sede en Sorèze, en Tarn, contribuye a su nivel a la consolidación de este liderazgo francés y a la protección de la biosfera, uno de los nueve límites planetarios. “Pero no somos activistas, nuestra base es científica”, explica Christophe Plotard.
“TerrOïko es un puente entre la investigación científica y sus aplicaciones concretas”, continúa. Fundada en 2012 por dos doctores en ecología, Sylvain Mouherat y Catherine de Roincé, la empresa Tarn está especializada en “tecnologías digitales e ingeniería ecológica para la gestión de la biodiversidad”. Hoy cuenta con veinte empleados asalariados. Su clientela se compone principalmente de grandes grupos (Red SNCF, Vinci, Eiffage, etc.), parques naturales y autoridades públicas, como Toulouse Métropole, a la que Terroïko apoya en particular en el marco del proyecto del cruce del Garona al noroeste de la ciudad.
La biodiversidad, elemento central del ordenamiento territorial
“Para planificar el desarrollo de su territorio, una comunidad necesita conocer las áreas a preservar en términos de biodiversidad, es decir, dónde viven y se mueven las especies. Esto debe estipularse en la etapa PLU. [1] », explica Christophe Plotard. Las autoridades medioambientales pueden llegar incluso a bloquear un proyecto que no tenga en cuenta estas exigencias, como ya ocurrió en Nimes, donde TerrOïko permitió posteriormente encontrar un escenario válido.
Cerca de casa, la empresa también vino a apoyar a la ciudad de Albi, en el marco de un proyecto original. “En su lucha contra los mosquitos, el municipio quería recurrir a los murciélagos, sus depredadores naturales. Utilizamos nuestro software para simular el establecimiento de estos mamíferos en función de sus preferencias por los entornos naturales, con el fin de determinar dónde era más sensato instalar refugios”, afirma Christophe Plotard.
SimOïko, un simulador de vida de especies, llega al mercado
“Nuestros tres pilares son los servicios de ingeniería, la investigación y las soluciones de software”, recuerda. En la última parte, TerrOïko utiliza principalmente SimOïko, un simulador de vida de especies. Fruto del trabajo de tesis de Sylvain Mouherat, este software de modelización proyecta la evolución de una especie en un territorio: dando a luz a crías que crecen, se reproducen, se mueven… “Esta realidad virtual, que permite representar la complejidad de vida, ayuda a los gestores de espacios urbanos y naturales a gestionar sus proyectos de desarrollo”, explica.
A partir de finales de año, SimOïko se pondrá a disposición de varios investigadores antes de comercializarlo para un público más amplio. “Utilizamos el software internamente desde hace doce años. Ahora consideramos que es el momento adecuado para hacerlo accesible y el mercado nos lo pide”, afirma Christophe Plotard. Gracias a esta solución de software, la empresa, que ya facturó alrededor de 800.000 euros el año pasado, se beneficiará de una “segunda línea de ingresos” además de la venta de servicios de ingeniería.
Reducir el riesgo de colisión con Ocapi
Además de SimOïko, se puede acceder directamente desde su sitio a otra plataforma llamada Ocapi. Esto le permite estimar la densidad de población de una especie a partir de fotografías. “Si se quiere reducir el riesgo de colisión en una carretera o en una vía de ferrocarril, es necesario saber dónde hay más pasos de animales”, afirma Christophe Plotard. Así, asistido por inteligencia artificial, el software absorberá y clasificará un gran volumen de fotografías tomadas por sensores, luego mapeará los resultados, hasta extrapolarlos a un territorio más amplio, permitiendo a TerrOïko enviar recomendaciones a sus clientes.
Una vez aplicadas las recomendaciones, los sensores se dejan colocados “para validar que las medidas de distanciamiento son efectivamente efectivas” y “no han provocado que el tráfico se desplace a otra parte”. En colaboración con el fabricante de sensores de Toulouse SIconsult, TerrOïko trabaja ahora en el desarrollo de cajas de nueva generación “con IA integrada”. La tecnología tiene como objetivo realizar una clasificación inicial dentro del objeto para evitar el almacenamiento y la transferencia de datos pesados e innecesarios.
Marie-Dominique Lacour
En la foto: El equipo TerrOïko en junio de 2024. Crédito: TerrOïko.