¿Por qué el sector está colapsando en Francia?

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Apenas un año después de un objetivo muy ambicioso propuesto por Emmanuel Macron, el sector de las bombas de calor sufre, lastrado por una demanda que lleva dos años colapsada.

¿Qué está pasando en el mercado de las bombas de calor (PAC)? Emmanuel Macron anunció hace un año un importante proyecto industrial para este equipamiento, pero hoy una gran ola de frío golpea al sector.

Un millón de bombas de calor fabricadas en Francia. Éste era el proyecto muy ambicioso del Jefe de Estado para 2027. La dificultad entonces era encontrar mano de obra competente, formar a toda costa y financiar la ampliación de las instalaciones industriales.

Un año después de los anuncios, el sector está desilusionado, según indica El parisino.

El objetivo de producir un millón de PAC en Francia parece completamente inalcanzable: el país tendría que producir dolorosamente 170.000 en 2024.

Y por una vez no es culpa de los fabricantes que jugaron el juego. En 2023, después de dos años de fuerte crecimiento de las ventas, habían invertido mucho y contratado con todas sus fuerzas. En los últimos años, Francia se ha convertido incluso en el primer país europeo con 6 millones de unidades instaladas.

Pero hoy ya no es una ola de frío, es una tormenta de nieve que azota las fábricas. Todos los fabricantes han revisado a la baja sus objetivos. Dividiendo sus objetivos de producción para el año en curso entre 2, 3 o 4.

“Todo se detuvo de repente”

“En tres años habíamos pasado de una capacidad de 20.000 bombas de calor a más de 120.000. En junio de 2023 todo se frenó de forma muy abrupta, registrándose una caída de ventas y volúmenes superior al 40%. Desde octubre de 2023, estuvimos en paro parcial”, lamentó el pasado mes de julio Yuna Josse, directora de la fábrica Saunier-Duval de Nantes.

Sin embargo, el accionista alemán Vaillant había invertido nada menos que 30 millones de euros para aumentar la capacidad de producción de la marca en Francia.

Otros fabricantes como Intuis o Atlantic, que también habían invertido mucho, están recortando puestos de trabajo, rescindiendo contratos temporales o poniendo a sus empleados en paro técnico. En Saunier-Duval, explica un directivo de la parisinoalgunos empleados tuvieron que trabajar para fabricantes vecinos como Airbus o Vorwerk.

¿Un nuevo fiasco industrial tras el de las mascarillas sanitarias fabricadas en Francia?

La situación es muy diferente. A diferencia de las mascarillas, los PAC franceses pueden ser competitivos y probablemente seguir siendo un sector del futuro. En ocasiones, una bomba de calor aire-agua puede dividir por cinco el consumo eléctrico de una vivienda.

El problema aquí es sobre todo cíclico. La demanda se ha desplomado en los últimos dos años. Para los franceses, que se habían equipado fuertemente después de Covid, esta ya no era la prioridad con la inflación.

Debes saber que una bomba de calor aire-agua (la más eficiente) cuesta entre 12.000 y 18.000 euros frente a los 4.000 de una caldera de gas. Como ocurre con los coches eléctricos, es un mercado que sólo puede despegar si está fuertemente subvencionado. Sin embargo, desde 2020, las normas de MaPrimeRenov’ han seguido cambiando, condicionadas a diferentes trabajos de renovación de la vivienda.

¿La ayuda es demasiado compleja?

Para ser energéticamente eficiente, se debe instalar una bomba de calor en una casa bien aislada. De lo contrario, es como cambiar el grifo de una bañera que gotea.

En 2023, el Jefe de Estado quería condicionar las ayudas a la llamada renovación global de las viviendas y no a acciones puntuales como cambiar únicamente las ventanas. Ante la caída del mercado, el gobierno retomó esta ambición a principios de año. Pero eso no fue suficiente por el momento. El número de renovaciones a gran escala aún está muy lejos de los objetivos.

Pero es sobre todo la caída del mercado inmobiliario lo que pesa sobre los PAC, víctimas colaterales de la crisis inmobiliaria. Ya no construimos, por lo que ya no instalamos bombas de calor. Como recordatorio, a finales de septiembre el mercado de la vivienda nueva seguía cayendo casi un 10% interanual.

A pesar de la caída de los tipos de interés y de la disminución de la inflación desde hace más de un año, el sector no parece querer volver a despegar, lo que hace aún más arriesgado el objetivo del millón de PAC producidos en Francia.

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