¿Qué respuesta para garantizar la integridad del voto?

¿Qué respuesta para garantizar la integridad del voto?
¿Qué respuesta para garantizar la integridad del voto?
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Se trata de un grave error por su parte como político senegalés. Lo que debería haber dicho es: “Son senegaleses de origen guineano”, porque un guineano no puede ser considerado senegalés en términos de estado civil, en términos de documento de identidad o de tarjeta de elector. Sin embargo, varios cientos de miles de extranjeros, es decir personas con nombres transfronterizos (como Diallo, Ba, Mendy, Sissokho, Ouattara, Diakhate, Barry, etc.), que viven en regiones fronterizas como Tambacounda, Ziguinchor y Kolda, se encuentran en la origen de este fenómeno. De hecho, muchos se beneficiaron de certificados de nacimiento falsos que se inscribieron en los expedientes del estado civil para poder inscribirse en las listas electorales y obtener una tarjeta de elector que les permitiera votar por quienes facilitaron estos procedimientos.

Se estima que al menos 100.000 personas de origen guineano poseen una tarjeta de elector senegalés, una situación que persiste durante mucho tiempo, que comenzó bajo el régimen de Diouf y luego continuó bajo el régimen de Wade y Macky Sall. Este fenómeno es ignorado por muchos senegaleses y políticos, a menudo por razones políticas.

En este contexto, el presidente del partido Pastef, Ousmane Sonko, lanzó una advertencia declarando: “No voten durante estas elecciones porque no son senegaleses”. Un mensaje que muchos parecen no entender, pero que algunos recuerdan, y los expertos saben a quién va dirigido. Se trata de denunciar identidades y cédulas de elector falsas, porque las partidas de nacimiento utilizadas son falsas y no aparecen en los registros del estado civil correspondientes.

Procedentes de Guinea Conakry o de otros lugares, estas personas serían cómplices del sistema estatal, que realiza estos registros a cambio de viviendas u otros privilegios, como prometió Abdoulaye Sylla a la comunidad guineana residente en Senegal. Este último ofreció terrenos por un valor estimado de más de mil millones de francos CFA.

Consciente hoy de este fenómeno, ¿qué solución recomienda para garantizar la integridad del electorado en el futuro? ¿Cuál debería ser el papel del nuevo gobierno en esta situación? ¿Podemos seguir hablando de “soberanía interna” antes de resolver este problema? Miles de preguntas en torno a este fenómeno ocupan la mente de los senegaleses.

Serigne Saliou Seck atltanticactu

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