Eran casi las once de la noche del jueves en Bouguet, un barrio situado a las puertas de la ciudad de Barcelonnette, capital del valle de Ubaye, en los Alpes de Alta Provenza.
Los habitantes de las numerosas casas y de la residencia situada a ambos lados del camino de los Alpages, en la orilla izquierda del Ubaye, ya estaban en su mayor parte en la cama cuando dos detonaciones rompieron la tranquilidad de la noche. Este uso de armas de fuego era preocupante porque era muy inusual en este tranquilo valle alpino, especialmente porque ocurría en las inmediaciones de las casas. Acababan de matar a un lobo joven de dos años que deambulaba solo cerca de un rebaño de ovejas.
“Desde hacía algún tiempo lo habían visto varias veces en el campo contiguo a mi finca y en el parque electrificado de mi rebaño de ovejas.“, testifica Lucien Gilly. “Hace aproximadamente una semana se produjo un primer ataque y este domingo un segundo que los jóvenes de la Casa de los Niños, situada en el camino de los Alpages, pudieron filmar. Vemos al lobo devorando una de mis ovejas y a mi patou, ya viejo, dando vueltas impotente. En total, se mataron dos ovejas, una de las cuales fue devorada por completo. Sólo encontré la medalla. A una tercera le arrancaron una pierna, pero debería poder salvarla”.
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