El 10 de septiembre, el sindicato docente Snuipp-FSU convocó una huelga y un boicot a las evaluaciones nacionales. En torno a este movimiento, muchos profesores sintieron que estas evaluaciones eran inapropiadas e ineficaces y no satisfacían las verdaderas necesidades de los estudiantes.
Una veintena de manifestantes en apoyo
Catorce docentes, que culminaron el proceso, recibieron una citación de la Inspección Académica para explicar su negativa a participar en estas evaluaciones. Como muestra de solidaridad, una veintena de manifestantes se concentraron la mañana de este viernes 8 de noviembre frente a las instalaciones de la Inspección Académica, ante la convocatoria del sindicato docente Snuipp-FSU, para protestar contra estas citaciones.
Una delegación de docentes fue recibida por el director académico del Servicio Nacional de Educación, con la esperanza de expresar sus inquietudes y abrir un diálogo sobre la pertinencia de las evaluaciones. Los profesores exigieron un enfoque más adaptado a las realidades del aula y a las necesidades específicas de los estudiantes, abogando por una evaluación que fuera realmente beneficiosa para el aprendizaje.
Del recordatorio de la norma al enfoque disciplinario
Por no haber completado estas evaluaciones obligatorias, estos docentes corren el riesgo de que se les recuerden las reglas, se les retire el salario o se les apliquen medidas disciplinarias. Interrogado al final del día por Progreso Fabien Ben, director académico, explicó que aún no había tomado una decisión. “Se suponía que debía reunirme con ellos de antemano. Escuché sus argumentos. Algunos argumentan que es demasiado pronto, otros que tienen sus propios juicios y que estos nuevos juicios no les aportan nada”, lamenta.
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