En las próximas semanas, trenes especiales transportarán cuatro contenedores con residuos altamente radiactivos desde Francia hasta Philippsburg, cerca de Karlsruhe. Activistas antinucleares se reunieron este sábado 9 de noviembre en Alemania para oponerse.
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¿Veremos pronto el regreso de los “trenes de los castores”? Estos envíos de residuos nucleares transportados por ferrocarril entre Francia y Alemania hasta mediados de la década de 2000 deberían regresar temporalmente a finales de 2024. En cualquier caso, así lo anunció a finales de verano la Oficina Federal Alemana para la Seguridad Nuclear. Waste Management, indicando que los convoyes se organizarían antes del 31 de diciembre de 2024.
Más concretamente, se trata de cuatro contenedores de residuos, anteriores a 2005 y que todavía se encuentran en suelo francés, que Alemania debe recuperar de conformidad con el derecho internacional. Según el movimiento Anti-Atom Sudwest, que reúne a las asociaciones antinucleares de Baden Württemberg en Alemania, estos trenes deberían circular con mayor precisión entre el 18 y el 24 de noviembre.
Ante la proximidad del plazo, los activistas antinucleares han decidido lanzar una serie de operaciones para manifestar su oposición a esta operación, la primera este sábado 9 de noviembre en la central de Karlsruhe y en el emplazamiento de la antigua central eléctrica de Philippsburg, donde se se supone que llegan los residuos. “Todo transporte es peligroso porque se manipulan residuos altamente radiactivos.jueza Cécile Lecomte, activista presente en la manifestación. Mientras no sepamos qué hacer con los residuos, seguiremos moviéndolos de un país a otro.“Para Inés lo principal es encontrar”un lugar seguro“. “Y hoy no existe“, se lamenta. Inès, Cécile y los demás manifestantes tomaron luego el tren hacia Philippsburg, destino final de los convoyes que llegarían, donde se organizó otra manifestación.
De hecho, estos contenedores Castor (acrónimo en inglés de Nuclear Fuel Storage and Transport Container) se almacenarán en el centro de almacenamiento “intermedio” de Philippsburg que, como su nombre indica, constituye una solución logística de transición. Se trata de uno de los 16 emplazamientos temporales en los que se almacenan en Alemania residuos altamente radiactivos, vitrificados sistemáticamente y encerrados en estos contenedores. ¿A dónde irán ahora? La respuesta aún no está determinada. Inicialmente se suponía que las investigaciones y los debates para llegar a una solución que fuera científicamente viable y socialmente aceptada terminarían en 2031. Pero los especialistas ahora hablan más de 2050.
En cualquier caso, los próximos días podrían dar lugar a una nueva serie de movilizaciones antinucleares. En los años 1990 y 2000, estos trenes de castores circularon mucho entre La Haya, en Normandía, y Alemania, siempre bajo una imponente escolta policial y a menudo frenados por manifestaciones ecologistas. Era un lugar habitual de enfrentamiento entre el movimiento antinuclear y las autoridades de los dos países. El 7 de noviembre de 2004, Sébastien Briat, un activista medioambiental de 23 años, fue atropellado y asesinado por uno de estos trenes en Meurthe-et-Moselle.