Un examen de conciencia más que un desafío deportivo. Una prueba de confianza también. Los Blues de Fabien Galthié tienen tanto que hacernos olvidar que esta agradable prueba contra los siempre agradables pero a menudo ingenuos japoneses es sobre todo una lección de buenos modales. El teatro donde se representa incluso parece demasiado grande para estos Tricolores con sus zapatitos. El Estadio de Francia no estará lleno este sábado por la noche. Fue hace poco más de un año durante su último desfile en este césped que los iba a coronar reyes del mundo y finalmente sólo habían recogido sus lágrimas y sus rasguños como coronas.
Gallos eliminados en cuartos de final del Mundial por Sudáfrica (28-29) el 15 de octubre de 2023… El trauma no desaparecerá del todo, incluso en el caso de un Grand Slam durante esta gira de otoño en Saint- Denis marcó un clímax, la llegada de los All Blacks en una semana, antes de bajar el telón el 22 de noviembre contra Argentina.
Un duelo esperado también, por otros motivos. De hecho, fue allí donde los Bleus jugaron por última vez. Es allí, sobre todo, donde han dejado emerger todos los lados malos de un deporte que lucha por cambiar de época. Mendoza es ahora una ciudad muy conocida en Francia. Durante un partido posterior al partido del 6 de julio, recordó los excesos de una parte de la plantilla y del personal francés, el exceso de alcohol, los comentarios racistas de Melvyn Jaminet, las acusaciones de violación de Hugo Auradou y Oscar Jegou… Todo lo que el rugby, a menudo oculto , se ha permitido durante demasiado tiempo.
“Inaceptable”, tronó Florian Grill, presidente del FFR. “Con el tiempo, las condiciones de vida han ido empeorando poco a poco”, balbucea Fabien Galthié, un entrenador que nunca es responsable de nada. Aquí vuelve a lucirlo Raphaël Ibáñez –entrenador al que había despedido tras el Mundial–, responsable de velar por el buen comportamiento de su plantilla. Se ha redactado una carta. Algunos directivos, ausentes en Argentina, lo acogieron con bastante frialdad, pero la píldora ya pasó y los jugadores aplaudieron la inclusión de la plantilla en esta lista de medidas.
No más cerveza en los vestuarios, veladas mucho más supervisadas y protegidas del mundo exterior, sanciones en caso de incumplimiento de las normas… De lo anecdótico a lo obvio, el espectro se amplía. Cualquier discrepancia será ahuyentada. No más niños sucios o malos, den paso a los buenos.
Superdupont, el regreso oportuno
Y eso es bueno, porque el mejor de ellos ha vuelto después de un año de ausencia. Antoine Dupont está ahí para mostrar el camino y salvar la patria si es necesario. El capitán, el superhéroe que todos esperan, llorando, con la ira reprimida, la noche del fracaso del Mundial, regresó coronado con un título olímpico conquistado el verano pasado con la selección francesa de 7 y con una notoriedad aumentada. Un jugador extraordinario. Un hombre serio, de palabras sencillas y profundas, movido por una inusitada rabia de vencer.
Fabien Galthié sabe bien que tiene una oportunidad única con él. “Partimos hacia esta nueva aventura que nos debe llevar hasta el Mundial de 2027”, afirmó el técnico. No miremos tan lejos. En su primer mandato, la flecha del tiempo se hizo añicos al final de su mandato. El segundo apenas comenzó y ya conoció a Mendoza. Dejemos que Dupont juegue y llevemos a algunos buenos chicos con él.