Dos nuevas personas fueron acusadas el jueves 7 de noviembre en un caso de corrupción en la prisión de Meaux (Seine-et-Marne), que involucra a dos funcionarios penitenciarios, entre ellos un administrativo, según supo franceinfo el viernes a través de fuentes consistentes.
A petición de franceinfo, la fiscalía de París precisa que estos dos hombres, de una treintena de años, están siendo procesados por “complicidad en fraude judicial en una banda organizada por reincidencia”, “corrupción activa de una persona encargada de una misión pública servicio” y “asociación delictiva para cometer delitos punibles con diez años de prisión”. Uno de ellos fue puesto en prisión preventiva y el otro bajo supervisión judicial. Se presentan como posibles intermediarios.
En diciembre de 2023, una red en la que participaban dos agentes de la prisión de Meaux fue desmantelada tras entregas o intentos de liberación de narcotraficantes. Se sospechaba que uno de los mayores narcotraficantes de Francia había comprado a un empleado de esta prisión de Seine-et-Marne para permitirle salir de prisión.
El caso comenzó con suaves acercamientos a la prisión de Meaux, donde trabajaba esta dependienta de unos treinta años. Según la versión del funcionario, un día un hombre vino a tocarla. Lleva pasamontañas y dice que conoce a su familia. Luego el empleado hace lo que le piden. Se olvida deliberadamente de enviar al tribunal una solicitud para la liberación de un narcotraficante detenido en prisión. Con este defecto procesal, la justicia ordena la libertad del traficante. Pero será atrapado en el último momento en el contexto de otro expediente.
La joven también modifica, en el software interno, los “antecedentes penales” de otro recluso, reduciendo la pena a la que fue condenado de varios años a unos meses. La empleada habla de las amenazas que recibió y jura que no le han pagado. Pero la justicia tiene serias dudas.
Al igual que el traficante, es una de las seis personas acusadas el año pasado de “corrupción activa y pasiva por y sobre una persona encargada de una misión de servicio público”, “fraude de bandas organizadas en juicios”, “malversación de la finalidad de los expedientes” y ” asociación delictiva con miras a cometer delitos punibles con diez años de prisión”. Las otras cuatro personas acusadas el año pasado son otra mujer que trabajaba en el centro penitenciario de Meaux, así como su hermana y dos reclusas.
El traficante, Firat C., de 37 años, es presentado como uno de los principales importadores de cocaína en Francia. Según una fuente policial, su transporte y extracciones judiciales se realizan bajo muy alta seguridad. Fue encarcelado y puesto en régimen de aislamiento. Según una fuente policial, Firat C. sigue apareciendo en el “Topnat”, la lista de unos cincuenta objetivos prioritarios de la Oficina Antinarcóticos (Ofast).
Este caso ilustra “El riesgo de corrupción dentro de nuestras propias instituciones”comentó el fiscal de París el año pasado.