Senegal es el tercer país africano más vulnerable a la erosión costera, detrás de Egipto y Nigeria. Ocupa el puesto 25 en el mundo. Información proporcionada por la Agencia Nacional de Aviación Civil y Meteorología (ANACIM). Según la directora de operaciones meteorológicas, Aïda Diongue Niang, su posición geográfica, caracterizada por costas bajas y arenosas cercanas al nivel del mar, hace que el país sea particularmente sensible a la erosión costera.
“La presencia de estuarios, la densidad de población a lo largo de la costa y el desarrollo de infraestructuras sin una gestión costera eficaz acentúan esta vulnerabilidad. Las islas Saloum y las de la Baja Casamance se encuentran entre las zonas más expuestas, donde la erosión costera amenaza el hábitat y los ecosistemas insulares”, afirmó durante una entrevista con la APS visitada por Senego.
En opinión de Niang, el proceso de aumento del nivel del agua, directamente relacionado con el calentamiento global y las emisiones de gases de efecto invernadero, es un fenómeno que se espera que persista a largo plazo. Precisa que “el ritmo de aumento del agua del mar es proporcional a las emisiones de gases de efecto invernadero y, por tanto, al calentamiento global”, señalando así el impacto de la acción humana en esta situación. Para determinadas zonas de alto riesgo, como Guet Ndar en Saint-Louis, el desplazamiento de poblaciones podría ser la única solución viable.
Además de Senegal, varios países de África, en particular los de la costa occidental, como Benin, Costa de Marfil y Tanzania, se enfrentan a una rápida erosión costera. Desde Mauritania hasta Nigeria, las costas arenosas y bajas de estos países los hacen particularmente vulnerables a los fenómenos de erosión marina. ANACIM destaca que los datos de seguimiento, obtenidos vía satélite, mareógrafos e investigaciones científicas, muestran señales alarmantes de retroceso costero en varias zonas costeras de la región.
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