Salario mínimo en guarderías privadas: una idea divisiva

-
Imágenes falsas

La atención preescolar atraviesa un momento crucial. El 9 de junio, la población ginebrina decidirá si quiere abolir las prácticas profesionales de la primera infancia, es decir, un reglamento que regula las condiciones de trabajo del personal. En Ginebra, la ley exige que las estructuras (guardería, guardería, guardería) sean signatarias de un convenio colectivo de trabajo (CCT) o se comprometan a respetar las prácticas vigentes en el sector, basándose en el sector público.

En caso afirmativo, estos se abolirían en favor del salario mínimo. Un cambio que se aplicaría en 57 estructuras, principalmente guarderías privadas. Los partidarios lo ven como una forma de fomentar la creación de nuevas estructuras. Los opositores temen un deterioro en la calidad del cuidado infantil.

Lucha contra las ofertas salariales insuficientes

“La aplicación de prácticas profesionales es una salvaguarda esencial. Se trata de un mecanismo para luchar contra la subcotización salarial de la que este sector ha sido víctima. Volarlo es un ataque directo a las condiciones laborales de estas profesiones esencialmente femeninas”, insiste Amanda Ojalvo, del comité del referéndum.

Sin mencionar que “esto generará un trato desigual”: por un lado, los empleados de las estructuras con TMC (donde los salarios serán más altos), por el otro, las instituciones donde se aplicará el salario mínimo.

“Vamos a presenciar una fuga de capacidades”

“Esta modificación no tendrá ningún impacto en la creación de nuevos centros preescolares ni en los precios de las guarderías privadas”, advierte Valérie Buchs, del sindicato SIT. Por el contrario, se corre el riesgo de empeorar la situación. “¿Quién querrá trabajar donde las condiciones laborales son peores? Y esto en un entorno en el que la contratación ya es difícil. Vamos a ver una fuga de habilidades”, aseguran los opositores.

Mala calidad de recepción.

Peor aún, según ellos, los niños serán los grandes perdedores. Porque las prácticas profesionales no sólo rigen los salarios. “Nos garantizan siete días de formación al año. En un ámbito en constante evolución, esto es esencial, considera Maurice Perrier, de la asociación de educadores infantiles de Ginebra. El tiempo de preparación planificado también es de gran importancia. Lo utilizamos para evaluar la situación de los niños, discutir medidas a implementar y escuchar a los padres. ¡Sin este tiempo, nuestra tarea se reducirá a vigilar!

“Los primeros años de un niño son cruciales. La igualdad de oportunidades depende mucho de ello. ¿Qué queremos para nuestros hijos?”, resume Amanda Ojalvo.

Después de nosotros, ¿a quién le toca?

Los opositores señalan que la aplicación de las prácticas también afecta a otras áreas de actividad. “Acordar prescindir de él en el sector preescolar creará un precedente y será una puerta abierta para otras profesiones. Después de las guarderías, ¿quién sigue?”, se pregunta Davide De Filippo, de la comunidad de acción sindical de Ginebra.

Fomentar la apertura de nuevas guarderías

“No tenemos nada en contra de los usos profesionales”, asegura Pierre Nicollier, presidente del PLR, que apoya la modificación de la ley. En este caso, se trata de una situación especial. Pedimos a las guarderías privadas, que hacen campaña por el sí, que se alineen con el funcionamiento de las estructuras municipales. ¡Ese es el quid del problema! Este es un paso más hacia una municipalización que no pronuncia su nombre. El marco legal es demasiado estricto y constituye un obstáculo para la apertura de nuevas plazas”.

Una opinión compartida por el centrista Sébastien Desfayes, a iniciativa del proyecto de ley. “Hoy en día faltan unas 3.200 plazas. El objetivo de esta ley es incentivar la apertura de guarderías y la mejor manera es apelar al sector privado. Sin embargo, se ve obligado a ofrecer condiciones de contratación muy favorables y difíciles de mantener. Desde la introducción de los usos en 2020, tres guarderías privadas han tenido que cerrar. Si los usos persisten, seguirán otros y enfrentaremos un problema de escasez sin solución”.

“Un argumento falaz”

En cuanto a una posible disminución de la calidad de la acogida y al problema de la contratación, los dos cargos electos no lo creen. “¡Este es un argumento mentiroso y falaz! Tocamos la fibra sensible asustando a la gente, cree Pierre Nicollier. No sólo los profesionales seguirán estando cualificados y la tasa de supervisión seguirá siendo la misma, sino que las estructuras privadas también deberán ofrecer un marco de calidad para atraer personal. El salario es ciertamente importante, pero también podemos ofrecer otras ventajas: más flexibilidad, posibilidades de desarrollo, acceso a un gimnasio, etc..”

¡Por lo demás, todo está bien!

Para el diputado del Centro, basta con observar lo que sucede en otros lugares. “Los usos sólo existen en Ginebra. Sin embargo, no tengo la impresión de que en Neuchâtel, Berna o el cantón de Vaud haya ningún problema. Al contrario, Ginebra es la única que aplica estas prácticas y, como por casualidad, es aquí donde hay una escasez de plazas absolutamente asombrosa”.

La justicia falla a favor de los opositores

A principios de mayo, el Tribunal Federal (TF) falló a favor de los usos profesionales de la primera infancia. En una sentencia confirmó la condena de una guardería privada de Ginebra que no las aplicó. Según los jueces, hay “intereses públicos evidentes” en garantizar que se respete su implementación, porque esta práctica contribuye a “garantizar la calidad del control de los niños bajo tutela”.

-

PREV “A nosotros, los alcaldes de los pueblos pequeños, nos toman por idiotas”
NEXT Landas. Inscripciones abiertas para L’Ousstrail 2024 en Ousse-Suzan