El expediente relativo al futuro de las aguas de Orezza experimentó importantes avances este miércoles 6 de noviembre. El comité director creado para reflexionar sobre las futuras modalidades de explotación de esta fuente perteneciente a la comunidad de Córcega se reunió en Rapaggio, bajo la presidencia de Gilles Simeoni, presidente del ejecutivo de Córcega.
Al final de una hora y media de debates, este organismo, que incluía a los alcaldes de Castagniccia, empleados de la empresa y representantes del mundo asociativo local, validó el principio de un cambio de modelo jurídico.
A partir del 23 de febrero de 2025, el funcionamiento del lugar ya no estará garantizado por SNEEMO, la empresa privada titular de un contrato de gestión de alquileres desde 1998, sino por una estructura cooperativa creada a tal efecto: una sociedad cooperativa de interés colectivo (SCIC).
“Más que beneficio, valor añadido”
“En esta forma jurídica, la idea no es sólo buscar ganancias, explica Gilles Simeoni. Se trata de crear valor añadido, es decir, destinar beneficios a las reservas de la empresa para preparar el futuro y en particular la modernización del instrumento productivo; y luego, en torno a un proyecto territorial, redistribuir los beneficios en beneficio de los actores territoriales.”
Según nuestra información, el capital social de la futura SCIC debería distribuirse de la siguiente manera: 40% a la CdC, 10% al grupo formado por los 14 municipios de Castagniccia y el intermunicipal Casinca-Castagniccia, 20% a los empleados, Del 1 al 3 % a asociaciones de la microrregión y el resto a los socios financieros (bancos) que participan en la operación.
Para garantizar el control de la gobernanza por parte de la Comunidad Córcega, la distribución de los derechos de voto en el consejo de administración de la SCIC sería un poco diferente: 50% para el CdC, 10% para el bloque municipal, 20% para los empleados y 10% para las asociaciones. , 10% a socios financieros.
“No hay ninguna razón por la que no debería funcionar”.
“Estoy muy satisfecho con el sistema cooperativo elegido, se alegra Stella Pieri, alcaldesa de Rapaggio, la ciudad donde se encuentra la fuente. Tenemos un interés común en hacer que este nuevo modelo funcione. Si todos trabajamos juntos, no hay razón para que no funcione”.
Sin embargo, es difícil saber si los empleados disfrutan de la misma satisfacción. “Hasta la votación de la asamblea de Córcega, todo esto permanece en el estado de proyecto, indica la delegación STC de la empresa. Hasta entonces, no queremos hacer comentarios”.
Un recordatorio útil. Porque la creación de la estructura cooperativa, validada durante este comité director, sólo se realizará después del voto favorable de la Asamblea de Córcega. El informe deberá en principio ser sometido a la aprobación de los consejeros territoriales durante la próxima sesión, los días 28 y 29 de noviembre.
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