Sabrina Mostier abre su congelador con una sonrisa. Todas las estanterías están llenas de pasteles, que pronto se venderán en los puestos de su panadería de Feuguerolles-Bully (Calvados), al suroeste de Caen. “Nuestro viejo congelador tenía 25 años. Hubo que cambiarlo pero el nuevo equipamiento costó 20.000 euros. Fue demasiado para nosotros. Pudimos hacerlo gracias al sistema de comunidad de municipios”, explica la codirectora junto con su marido, Mickaël. Ayudas diseñadas por los valles del Orne y del Odón, financiadas por fondos regionales y destinadas a comerciantes y artesanos locales para apoyarles en sus trabajos o inversiones.
“El sistema tiene como objetivo apoyar a las empresas locales. Nos dirigimos a quienes disponen de un espacio comercial público y quieren reforzar su herramienta de producción, ya sean las paredes, las ventanas o incluso los equipamientos”, desarrolla Vincent Joseph, director general de servicios de la comunidad de municipios, que considera la subvención como “un acelerador de proyectos”.
Entonces, cuando Sabrina Mostier consiguió un folleto de presentación, se puso en contacto con la comunidad a principios de año. Un expediente rápidamente elaborado después, los panaderos recibieron 10.000 euros, o la mitad del presupuesto, para la compra de un congelador y dos congeladores, que han cambiado la vida de la empresa desde este verano: “En uso, no hay foto. Es más tranquilizador, más fácil de mantener y solo enciendes el congelador cuando lo necesitas, mientras que antes estaba siempre encendido. Hemos ganado en comodidad operativa. »
Esta ayuda celebra su primera velada, aunque los valles del Orne y del Odón aún no han podido desplegarla plenamente debido a diversos obstáculos entre bastidores entre las autoridades locales. Espera llegar a más comerciantes gracias a los buenos comentarios de los primeros interesados. Porque, como la única panadería de Feuguerolles-Bully, es el tejido económico local al que se dirige la comunidad de municipios. Se apoyó, por ejemplo, una carnicería y una tienda de decoración.
El sistema prevé conceder hasta el 60% del importe total de la obra, con un tope de 23.000 euros. Una cantidad determinante, para las pequeñas empresas. “Habríamos tenido que renovar el equipamiento por etapas, lo que habría sido muy restrictivo, incluso inmanejable”, confiesa Sabrina. La comunidad está investigando dos nuevos casos en esta zona de la periferia de Caen, donde el dinamismo de los centros urbanos es una cuestión de atractivo.