El alojamiento en la frontera suiza es cada vez más difícil. Los trabajadores transfronterizos, que trabajan para nuestros vecinos, pueden permitirse, en algunos casos, pagar un alquiler o comprar una vivienda a precios elevados, debido a sus salarios más elevados; este no es el caso de aquellos que trabajan en Francia, como en Saint-Louis, en Alto Rin, cerca de Basilea. Al comprar se estima actualmente el precio por m². entre 5.000 y 7.000 eurossegún varias fuentes. Un piso de dos o tres habitaciones puede costar más de mil euros. Eso es el doble en el espacio de unos pocos años. En este contexto, algunos residentes no pueden encontrar vivienda.
Dos horas de viaje cada día.
“Es realmente agotador”exclama Murat, director de un taller de reparación de teléfonos, abierto desde hace seis meses en Saint-Louis. Este empresario está obligado a hacer Ida y vuelta en coche todos los días desde Mulhouse. : “Se necesitan más de dos horas entre la mañana y la tarde. Hace más de seis meses que hay atascos y trabajo”explica. Cada vez que le interesa un anuncio inmobiliario, pasa por sus narices: “O ya hay alguien esperando o el dueño está estudiando el expediente” y da una respuesta desfavorable, continúa Murat, que busca un apartamento de unos 70 m² con su mujer y su pequeña hija.
El comerciante no es el único en esta situación: “Tengo mucha gente así”., confirma Oriana Sinceet, asesora inmobiliaria en Huningue. “La razón es una mezcla de dos cosas. No hay suficientes productos y es muy caro. Alguien con un salario que empieza a ser bueno para un salario francés tendrá dificultades para encontrar alojamiento.”subraya el profesional.
Este problema cuestiona a ciertos funcionarios electosmientras que en Saint-Louis, por ejemplo, actualmente se están planificando cerca de 1.500 viviendas. La demanda es fuerte en la ciudad de 22.000 habitantes. Bertrand Gissy, teniente de alcalde responsable de urbanismo, cree que los hábitos de los viajeros transfronterizos han evolucionado: “Cada vez es más complicado llevar su vehículo por diferentes motivos, por eso buscan estar más cerca del transporte público, como en Saint-Louis y comunidades aledañas, donde están más cerca de su lugar de trabajo. (en la mayor parte) en Suiza”estima el electo, que dice estar consciente de la situación. Bertrand Gissy explica, sin embargo, que el ayuntamiento “No necesariamente puedo opinar” sobre viviendas construidas por promotores privados y sobre “quién será el comprador y a qué precio”.
“Debemos tener una política proactiva”
Por su parte, Patrick Striby, concejal de la aglomeración de Saint-Louis y concejal de la oposición en Huningue, pide a los cargos electos de la zona que aborden el tema. “No me involucro en las políticas de los municipios vecinos, pero debemos tener una política proactiva en materia de vivienda familiar o incluso urbanística”según él. “Cuidemos a las personas que no encuentran alojamiento”dice.