Una amabilidad que recuerda más a un apodo despectivo. Y, sin embargo, tendremos que llamar a los habitantes de Olley los “Culs-brûlés”. Se organizó una votación en este pueblo de 230 almas de Meurthe-et-Moselle. “Hubo 89 votantes: 42 votos para los Culs-brûlés y 25 votos para la segunda propuesta, los Olleysiens, más clásicos”, explicó el domingo a la AFP el alcalde de la localidad, David Buono.
“La votación demuestra que los vecinos querían mantener este apodo y hacerlo oficial, estamos muy contentos”, añadió. Según el alcalde, este nombre de “culs-brûlés” proviene de una tradición centenaria. “Existen dos hipótesis: la del pueblo que producía aceite en la Edad Media, un aceite de mala calidad que ennegrecía el fondo de las lámparas”, explica David Buono, citando el trabajo de Kévin Goeuriot, historiador de Lorena. “O podría estar relacionado con las invasiones suecas: la región sufrió bastantes invasiones y los suecos quemaron todo a su paso. »
Después de las elecciones, el consejo municipal y la prefectura
La consulta, abierta a todos los residentes a partir de 10 años, se organizó durante varios días y propuso ocho términos para designar a los habitantes del pueblo. Este gentilicio deberá ahora ser adoptado oficialmente por el consejo municipal, y la deliberación será transmitida a la prefectura.
“Creo que hay una comisión que debe validar la cosa, para que no nos pongamos ningún nombre, pero creo que será un trámite”, anticipa David Buono. “Este apodo es histórico, tiene al menos 500 años, si no 1.000 años, no veo por qué nos cuestionarían”.
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