Par
Paul Halbedel
Publicado el
3 de noviembre de 2024 a las 7:59 a.m.
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El enfoque es cívico. Y tiene su origen en la proyección la primavera pasada, en Caraman, de una conferencia deArturo Kellerespecialista en las vulnerabilidades de nuestras sociedades al cambio climático y los riesgos sistémicos. Desde entonces, un colectivo de vecinos ha adquirido la costumbre de reunirse periódicamente con el objetivo deorganizar la resiliencia territorial a nivel local. Uno de los principales proyectos que nace de esta reflexión: la creación de una estructura de tipo cooperativa para comprar el terreno de un agricultor en edad de jubilación. Y crear en estas parcelas lo que no dudan en llamar “la finca del tercer milenio”.
Este granjero es Jérôme Salles, que a su vez es una parte integral del proyecto. Con base en la carretera de Albiac, en Caraman, está a la cabeza de 22 hectáreas de regadío donde desarrolló actividades agrícolas con el hilo conductor de preservación de la biodiversidad. El sitio también alberga una recinto de peces clasificados en el lagomuchos plantacionespero también un arqueosito con cabañas que recorren la evolución de la arquitectura y el hábitat desde el Paleolítico hasta el año 1000 o incluso depósitos paleontológicos 23 millones de años.
Un proyecto centrado en una instalación agrivoltaica
La piedra angular del proyecto que debe ver la luz es la realización de dos invernaderos fotovoltaicos de una hectárea cada uno. “El operador asume toda la responsabilidad de la construcción de la estructura y es remunerado con los ingresos que obtiene de la producción de energía. Habrá un invernadero dedicado a la horticultura y otro que parecerá un aviario gracias a la instalación de redes para acoger al ganado. Sólo quedarán por cubrir los costes operativos”, explica Jérôme Salles.
Dentro de estos invernaderos, el colectivo desea instalar a jóvenes agricultores en pequeñas unidades de producción. La horticultura, por supuesto, pero también algunas cerealesdel plantas aromáticasdel oveja o incluso gallinas ponedoras.
También están previstas otras actividades en el sitio. Los miembros del colectivo mencionan en particular apicultura, cultivo de arroz, acuaponía o incluso hidroponía. En un registro completamente diferente, la instalación de un herrero metalúrgico también estaría en proyecto, al igual que la recepción de un refugio de animales.
Queremos apostar por una agricultura biodinámica con el cultivo de lúpulo americano que se puede elaborar localmente, viñas altas, setas, jengibre, acuicultura con cangrejos de río o peces alimentados con proteínas vegetales… Será la típica granja del tercer milenio, la cuyo modelo se podrá reproducir en toda Occitania. Somos parte de un enfoque de investigación científica y un deseo de preservar y rehabilitar los ecosistemas. Queremos demostrar que también es posible hacer algo más que el cultivo intensivo de maíz o soja. Por ejemplo, el cultivo del arroz en Lauragais. ¡Creo firmemente en ello!
Procesamiento y ventas en cortocircuito.
También existe una edificación en la finca que el colectivo desea utilizar para alojar a una Taller para procesar la producción de la granja y una cocina.pero también un lugar de venta para asegurar salidas de cortocircuito. “El objetivo también es estar presente en el mercado de caramanespara alimentar el café asociativo Les Petits Graines que también sigue de cerca el proyecto, establecimientos educativos del municipio y de todos estructuras colectivas en el sector como residencias de ancianos », Especifica los integrantes del colectivo.
“Queremos crear una resiliencia local en torno a tres ejes principales: naturaleza, economía local y cultura y ciencia», Explica Céline, una de las eminencias grises del colectivo. En este último ámbito en particular, el grupo de ciudadanos pretende confiar en particular en la asociación Les Gardiens desroots, que ya da vida al arqueosito, para desarrollar otras actividades in situ además de las que ya organiza en torno a la astronomía, la arqueología e incluso la música. . Del jardines compartidos También debería ver la luz en el sitio.
Una sinergia con el lugar ecológico de Coucarels
Entre los artesanos de este proyecto, también encontramos Xavier Protón. Este último creó hace unos años un sitio ecológico en el sitio de Grimondes, situado a unos cientos de metros de la granja de Jérôme Salles.
la granja Los Coucarelesse extiende sobre una superficie de 3 hectáreas, con un edificio que reúne actividades artesanales en más de 1.000 m2. “Actualmente hay ocho personas asociadas al proyecto con una brasería , dos jardineros , un taller de carpintería, una panadería proyectada…La producción se vende en el mercado y vamos a lanzar la venta directa en la finca. Quiero terminar lo que aquí se empezó, pero, como Jérôme, empiezo a tener la preocupación de pensar en la transmisión de estas tierras en unos pocos años“, especifica. Por tanto, parecía obvio establecer sinergias entre los dos lugares.
Los dos lugares pronto estarán protegidos por una carta medioambiental
En conexión con el sociedad cooperativa de interés colectivo OasisQuien los apoya en el proceso, Jérôme Salles y Xavier Prothon formalizarán pronto su compromiso en un sistema jurídico denominado “obligación ambiental real”. Esto les permitirágarantizar la protección ambiental de sus tierras por un período de 99 años.
Los futuros propietarios del local tendrán así la obligación de respetar la carta que se habrá elaborado en torno a un pliego de condiciones que precisará: Estas parcelas están reservadas para la agricultura local y actividades vinculadas a la preservación del medio ambiente. . “El objetivo es mantener el control local sobre la tierra y lo que hacemos allí, en particular a través de una financiación participativa mixta que podría estar abierta a todos. Esperamos contar con ciudadanos que participen en el proceso, pero por qué no también comunidades u otras estructuras institucionales”, subraya el colectivo.
Un proyecto que podría ver la luz dentro de dos o cuatro años
Actualmente, el grupo de vecinos continúa sus discusiones para sacar adelante el proyecto. En particular, está en proceso de dirigirse a la Cámara de Agricultura y a los distintos organismos profesionales o políticos para preparar adecuadamente el proyecto antes de su finalización y así obtener las autorizaciones necesarias para la instalación de los dos invernaderos fotovoltaicos. “Es un proyecto que esperamos ver terminado en un plazo de dos a cuatro años” anuncian los miembros del colectivo que trabajan en paralelo en la elección de la estructura jurídica más adecuada para llevar a cabo su plan de recompra del terreno de Jérôme Salles y luego crear este lugar agroalimentario participativo .
Además, los miembros del colectivo lanzan un llamamiento a todas las personas que quieran participar en el proceso. “ Necesitamos cerebro y fuerza.estructurar adecuadamente el proyecto antes de lanzarlo y posiblemente encontrar financiación, pero también personas que deseen invertir en la estructura futuraquién tomará posesión del terreno y por supuesto jóvenes agricultoresque querrán venir a trabajar in situ. Sabemos que este lugar puede corresponder aExpectativas y deseos de determinados jóvenes agricultores con un proyecto de instalación.», especifica el colectivo.
La próxima reunión en torno al proyecto está prevista para el jueves 7 de noviembre a las 20 horas en el café de la asociación La Casita de Caraman. Está abierto a todos.
Contacto : [email protected]
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