Con gran emoción se presentó por primera vez en mayo el proyecto que marcará el futuro del diente hueco de la calle d’Aubagne. Este vacío se abrió en medio de la ciudad entre los números 63 y 67, durante seis años y la tragedia se cobró la vida de ocho personas. Donde estaban los edificios, estas “tres ventanas” marsellesas arrasadas por los derrumbes, pronto se levantará un “lugar de recursos” para todos. Fue diseñado como un homenaje a las víctimas y una apertura cultural, social y deportiva al barrio.
Huerto, zonas de juego, talleres de cocina, reuniones…
De los 300 m² de terreno disponibles, 200 m² estarán ocupados por un patio de inspiración mediterránea, con plantas, un huerto al aire libre contiguo al número 69, zonas de juego y un patio para albergar comidas o espectáculos. Frente al número 61 de la calle Aubagne, en 100 m², se construirá una construcción ligera de madera, con tabiques desmontables, cubierta y de una sola planta para acoger a los más jóvenes, talleres de cocina o reuniones. El lugar será gestionado por el Ayuntamiento y en el futuro se podrá añadir un piso adicional.
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