“¿Qué está pasando por aquí?” es lo que se oye esta tarde en el centro de Friburgo. En silencio durante 30 minutos, 120 abuelos hacen cola a lo largo de la rue de Romont e imitan la famosa escultura de La Pleureuse para cuestionar el consumo excesivo.
Con motivo de sus 10 años de existencia, los miembros de la asociación se dirigieron a Gambach para presenciar un espectáculo musical, varias intervenciones, incluida la del asesor nacional Gerhard Andrey y una cena de aperitivo vegano, sin platos de plástico.
En un principio, la asociación de Lausana quería aprovechar el tiempo disponible durante la jubilación para cooperar con el mundo de la política, encontrar soluciones y también apoyar a las generaciones más jóvenes. Una misión que parece más necesaria que nunca.
Un papel político, pero también social
Si bien las noticias en los medios son sombrías, cada vez más jóvenes sienten ecoansiedad, una inquietud ligada al miedo y la incertidumbre sobre el futuro. En este contexto, la asociación organiza varias conferencias y actividades para promover el diálogo intergeneracional constructivo.
Cristina Tattarletti, miembro del comité, admite: “con la pandemia sentimos que las cosas han cambiado. Entiendo a los jóvenes, porque hay motivos para estar estresados. Hoy noto que no están acompañados cara a cara en Los medios de comunicación. Creo que tenemos que aprender a hablar sobre el clima de la manera correcta. Yo también tengo miedo, pero cuando hablamos de ello, estamos juntos y las cosas inmediatamente mejoran. Sobre todo, no debes quedarte solo, sino conocer gente y atreverte a hablar de ello”.
En Suiza forman parte de la asociación 2.000 personas y la sección de Friburgo, creada hace 5 años, cuenta con 200 miembros. Para más información
Swiss