Sabíamos de becas, exenciones de impuestos, ayudas económicas de todo tipo. Aquí llega, al frente de la lucha contra la desertificación médica, el efímero gabinete. Un dispositivo experimental que ciertamente cubre algunos de los principales aspectos habitualmente implementados para atraer profesionales, pero con una vida útil limitada y válido exclusivamente para médicos jóvenes.
Trabajar juntos y no en competencia.
Porque al asegurar los costos de la construcción por un período máximo de dos años, todo con el apoyo financiero y logístico de la Agencia Regional de Salud (ARS), las comunidades que se embarcan en la aventura hacen una apuesta de futuro. “Apoyándolos de esta manera, la idea es que se establezcan definitivamente”, explica la alcaldesa de Voujeaucourt, Martine Videy. Que se ha asociado, en este enfoque sin precedentes, con la vecina localidad de Bavans, donde no hay médicos desde el pasado enero. “Con Voujeaucourt, que pronto quedará solo con uno, nos dijimos que teníamos que ir en la misma dirección en lugar de tirar de cada uno por su lado”, continúa Sophie Radreau, primera magistrada de Bavans.
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Un compromiso máximo de dos años por parte de los municipios
Así, tras un proceso colectivo en el que se han sumado varios socios, entre ellos el ARS y el Seguro de Salud, este lunes se abrirá en Voujeaucourt el primer consultorio médico efímero, con un médico recién titulado a bordo. Y si la elección del lugar recayó en este último territorio es porque está clasificado como zona de intervención prioritaria, a diferencia de Bavans, sinónimo de ventajas futuras para los profesionales. Hasta entonces, en los próximos dos años como máximo, las dos comunidades compartirán los gastos del local: las obras necesarias para su desarrollo, gastos incluidos y el alquiler de 760 euros al mes.
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El papel de los supervisores de prácticas universitarias
Coste a largo plazo para cada una de las comunidades: aproximadamente 40.000€. Con la perspectiva del refuerzo de otros médicos en el futuro. A partir de enero con consultas con médico de cabecera, un día a la semana. Luego otro, en el verano de 2025, una vez finalizado su curso. Y si todo esto es posible es gracias al papel esencial de los supervisores de prácticas universitarias, es decir, de estos médicos generalistas especialmente formados para apoyar a los estudiantes en prácticas. “No hay muchos en el Franco Condado Norte”, observa el doctor Chekib Ainaoui, recién llegado a Voujeaucourt, que comenzará sus primeras consultas este lunes, “pero cuantos más haya, más favorecerán las instalaciones”.
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