Suzanne Pallot, también de unos setenta años, padecía varias patologías, en particular la enfermedad de Carrington, una enfermedad pulmonar crónica, y osteoporosis, con múltiples fracturas, incluida una del cuello del fémur que se produjo poco antes de los hechos.
Publicado el 11/01/2024 11:19
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La decisión de la Sala de lo Penal de Aube de absolver a Bernard Pallot suscitó fuertes reacciones. Dos días después del veredicto, la fiscal del Tribunal de Apelación de Reims, Dominique Laurens, declaró el viernes 1 de noviembre que había apelado. Absuelto el miércoles, este hombre de 78 años admitió haber estrangulado a su esposa enferma, Suzanne, afirmando haber actuado “por amor” y “a petición suya” derramar “para evitar que ella sufra”.
“Este juicio demuestra la insuficiencia de la ley que nos coloca a nosotros, los individuos, en situaciones difíciles”. Bernard Pallot explicó con calma tras el veredicto. El abogado defensor había argumentado que si la eutanasia hubiera sido legal, “Bernard Pallot no habría estrangulado a su mujer con un cable eléctrico”.
Durante sus requisas, el fiscal general, Mickaël Le Nouy, estimó que este asesinato, “presentado como un gesto de amor” era “un acto prohibido por la ley”. “No podemos arrogarnos el derecho a matar”, había estimado.
Suzanne Pallot, también de unos setenta años, padecía varias patologías, en particular la enfermedad de Carrington, una enfermedad pulmonar crónica, y osteoporosis, con múltiples fracturas, incluida una del cuello del fémur que se produjo poco antes de los hechos. Cerca de su cuerpo se encontró una nota: “Yo, el abajo firmante, Pallot Suzanne, todavía en mi sano juicio, pido a mi marido, Bernard Pallot, que me alivie definitivamente del sufrimiento incurable que padezco”.