Pasan décadas, pero no ha pasado nada. Esta memoria confusa y atormentada continúa consumiendo pensamientos, generación tras generación, desde el final de la guerra de Argelia en 1962. Hace setenta años, el 1es En noviembre de 1954, fecha conocida como “Todos los Santos Rojos”, comenzó este conflicto armado entre Francia, potencia colonial, y el Frente de Liberación Nacional (FLN), movimiento argelino que lideró la lucha por la independencia de su territorio, luego dividido en tres departamentos (Orán, Argel, Constantina).
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Desde su victoria, la relación entre estas dos naciones ha sido volátil. Argelia es objeto habitual de discordia diplomática y, desde hace varios años –más aún en los últimos meses– se la presenta en Francia como “un espantapájaros de la identidad”proclama la historiadora Naïma Huber-Yahi, especialista en inmigración argelina.
Este país norteafricano es un tema recurrente en los debates políticos y mediáticos impulsados principalmente por la derecha francesa, donde se combinan noticias, crisis migratoria, islamismo, obligaciones de abandonar el territorio francés, nostalgia de la Argelia francesa y teoría de la conspiración del “gran relevo”. , electoralismo, pasado colonial e incluso expansión. “Argelia vuelve constantemente a este tipo de temas y es vista como un enemigo perpetuo”protesta Badis Khenissa, presidente de la comisión de cooperación internacional de la Comunidad Nacional en el Extranjero –organismo adscrito al Jefe de Estado, Abdelmadjid Tebboune–, que denuncia un “Ataque a Argelia”.
“Un miembro fantasma de Francia”
Sin duda, ningún otro país ocupa un lugar tan especial. en la esfera pública e íntima de tanta gente. ¿Es tan sorprendente? “Histórica y demográficamente muy presentes, los argelinos se han convertido en nuestra primera inmigración, suplantando a los italianos o los portugueses”indica Didier Leschi, director general de la Oficina francesa de Inmigración e Integración (OFII).
En 2023, según datos publicados a finales de junio por el Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos (Insee), 892.000 inmigrantes que viven en Francia –de un total de 7,3 millones, o el 12% del total– nacieron en Argelia. Y, como ha recordado repetidamente el historiador Benjamin Stora, “Hoy en día, en Francia, más de siete millones de habitantes siguen afectados por (…) la memoria de Argelia »que afecta a soldados, repatriados (pies negros y judíos), reclutas, harkis, inmigrantes o personas con doble nacionalidad.
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