Los dos oradores hicieron gala de una serenidad que podría contrastar con la ansiedad de varios asistentes ante los resultados del 5 de noviembre. Según las encuestas, una gran mayoría de canadienses votaría por Harris o contra Trump.
Nada más que la economía.
Desde el inicio de la charla, conducida por Marjorie April, de Radio-Canadá, advirtieron que abordarían principalmente consideraciones económicas, desde el punto de vista canadiense. No hay discusiones sobre aborto, demandas judiciales, integridad electoral…
Al final, una pregunta de un invitado todavía se centró en la posibilidad de una guerra civil o violencia si Trump perdiera estas elecciones presidenciales. “No se puede descartar”, fue la respuesta.
Los republicanos son hablables
Louise Blais, que vivió varios años en el sur de Estados Unidos, afirma que, a pesar de la retórica incendiaria de Trump, la mayoría de los cargos electos republicanos son responsables y “conversables”.
Incluso presenta la “indisciplina” de la administración Trump, pasada e hipotética, como una ventaja para Canadá, que puede trabajar para influir en la Casa Blanca y el Congreso cuando los proyectos de ley perjudican los intereses canadienses.
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