lo esencial
Este otoño, los productores de trufas están sonriendo. Nada que ver con el año pasado: la temporada pinta bien gracias a una climatología favorable, tanto en calidad como en cantidad.
El año pasado, al mismo tiempo, a los productores de trufa no les fue bien. Este año, a pocas semanas de la primera cosecha, tienen una sonrisa en la cara. “Tiene buena pinta, muy buena de hecho”, comenta Alain Ambialet, presidente del sindicato de trufiros de Lalbenque. Bien, entonces, porque todos los elementos están alineados para hacer de esta estación un año para marcar con una cruz blanca. “Teníamos agua con bastante regularidad, sobre todo durante la época en que la necesitábamos, es decir, durante los meses de julio y agosto”, especifica el trufitero. Ya ha inspeccionado entre la maleza y lo que vio le hace muy optimista para el futuro.
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“Vimos varias trufas de marca. Son grietas en el suelo, con forma de patas de gallo, lo que significa que la trufa se ha desarrollado bien por debajo y que a medida que crecía reventó la tierra”, apunta el especialista. Y estas trufas de marca son una buena señal. “El único inconveniente fue la humedad. Los suelos estaban muy mojados, pero esta semana con el regreso de las temperaturas superiores a los 20°C, la tierra se está secando menos”, explica nuevamente. Una helada podría perturbar aún más la temporada. Pero por ahora, Météo France no prevé heladas para los próximos quince días.
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Esperan más de 3 toneladas
Las primeras trufas se esperan para finales de noviembre. “Hoy podemos decir que está listo en un 90%. Queda un 10% de madurez, período durante el cual se desarrollan los perfumes”, señala Alain Ambialet. Un bálsamo para el corazón para él y los demás productores, sobre todo porque el año pasado había una atmósfera completamente diferente. En enero, debido a las lluvias y luego a la podredumbre, los productores del Norte estimaron que habían perdido entre el 30 y el 40% de la cosecha. En el Sur, para algunos la cifra llegó incluso al 70%. “Estábamos mucho más preocupados, tuvimos que esperar al menos hasta principios de diciembre para tener trufas de calidad”, recuerda. En el invierno de 2023/2024 se vendieron tres toneladas de trufas. Sigue siendo correcto. Pero este año los productores de trufa apuntan a mucho más.
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“El tiempo está claramente de nuestra parte. Estamos en un período de crecimiento y la cosecha parece buena, aunque, mientras no hayamos recolectado todavía, es difícil decirlo”, añade, por su parte, prudente, Eric Viltard. el presidente de la asociación Lot de truficultores Causses y Vallée de la Dordogne. La misma observación para este profesional, en Martel, al norte del Lot. Porque él también pudo identificar trufas de marca: estas ampollas de la tierra, mientras recorría los campos truferos hace quince días. “Estaremos por delante, al menos a principios de temporada, lo que puede hacernos creer que tendremos, desde principios de diciembre, unas bonitas trufas que ofrecer”, resume.
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