Una turista de origen suizo fue degollada en la terraza de un café del sur de Argelia el 11 de octubre. Pero la tragedia no fue revelada hasta el martes por el diario francés Libération, once días después de los hechos. Según RTS, las autoridades locales han pedido a los habitantes de la región que hablen lo menos posible en las redes sociales.
El atentado se cometió el 11 de octubre en la terraza de un concurrido café de Djanet, junto a la oficina de turismo local.
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Sentada con sus hijos y una amiga
Según información de RTS, el agresor, un joven de origen argelino, atacó con un cuchillo a la suiza que estaba sentada en una mesa con sus hijos y un amigo. Le cortó la garganta, pero no logró matarla instantáneamente. Sólo una vez que llegó al hospital, la turista murió.
Por el momento se desconoce su identidad. El asunto fue revelado el martes, once días después de los hechos, por el diario francés Libération, que obtuvo la confirmación de la tragedia del Departamento Federal de Asuntos Exteriores. Contactada por RTS, la DFAE mencionó la muerte violenta de un ciudadano suizo el 11 de octubre en el sureste de Argelia y afirmó que estaba en contacto con las autoridades argelinas competentes. La víctima formaba parte de un grupo de cinco viajeros, todos ellos procedentes de Suiza.
Tras el ataque, el agresor se dio a la fuga. Las fuerzas de seguridad argelinas desplegaron importantes recursos para detenerlo, incluidos helicópteros y carteles con su fotografía. Probablemente el objetivo era capturarlo vivo para hacerlo hablar. Fue encontrado unos días después.
Los vecinos pidieron guardar silencio
Hasta el momento se ha filtrado poca información, especialmente de las autoridades. Según RTS, a los residentes de la región se les pidió que dijeran lo menos posible en las redes sociales.
En cuanto al motivo, por el momento se desconoce. Según los informes, el hombre gritó “Dios es grande” y “larga vida a Palestina” mientras cometía su crimen.
Según RTS, el atacante llegó a Djanet hace unos meses, probablemente procedente del norte del país. Vivía recluido en lo alto de una colina y bajaba al pueblo a mendigar, evitando cualquier otro contacto. Fingió estar mudo.
Poco antes había intentado atacar a otro grupo de turistas en el mercado, pero fue repelido. Los turistas presentes en la ciudad en el momento de la tragedia, entrevistados por RTS, explicaron que las autoridades hicieron todo lo posible para tranquilizarlos. Poco después de la tragedia, se les pidió que regresaran al hotel y luego salieran sólo en pequeños grupos. Y pese a la gravedad de los hechos, no hubo pánico, indicaron además.
Claude-Olivier Volluz/fgn
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