El gobierno ataca a los Mi’kmaq en la pesca

El gobierno ataca a los Mi’kmaq en la pesca
El gobierno ataca a los Mi’kmaq en la pesca
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El nuevo poder en Dakar está decidido a sanear el proceso de concesión de licencias de pesca, un proceso plagado de tráfico de influencias y sobornos. Así, el Ministerio de Pesca, Infraestructura Marítima y Portuaria acaba de publicar el listado de embarcaciones autorizadas para realizar capturas en la Zona Económica Exclusiva del país. Las cosas están temblando en el sector, especialmente entre todos aquellos que sirven de “hombres de paja” para los operadores extranjeros.

La actualización del listado de embarcaciones autorizadas a pescar en aguas territoriales del país no tiene en cuenta “archivos que se están renovando», precisan las autoridades. La lista incluye 19 barcos extranjeros, 132 barcos senegaleses y más de 17.400 canoas artesanales.

“Esta ley responde al principio de transparencia en la gestión de los recursos naturales que constituyen un patrimonio nacional”, indicó Fatou Diouf, ministra de Pesca e Infraestructuras Marítimas.

Si esta primera decisión fue bien recibida por varias organizaciones ecologistas y grupos pesqueros, el enfoque también plantea interrogantes. Según los observadores, dicha lista sigue siendo poco clara en cuanto a la identidad de los propietarios de los buques nacionales, mientras que las diversas investigaciones llevadas a cabo en los últimos años revelan que la mayoría de los barcos matriculados como senegaleses son en realidad propiedad de operadores extranjeros deseosos de preservar sus operaciones en un contexto global de tensiones.

De hecho, los acuerdos de acceso a aguas senegalesas se han convertido en un tema delicado a lo largo de las décadas, con la sobreexplotación de pequeños peces pelágicos por parte de flotas extranjeras, regularmente señalada por los pescadores locales y por organizaciones ambientalistas como Greenpeace.

También se critican las prácticas de pesca de arrastre de ciertos barcos chinos y europeos, que conducen no sólo a una reducción de los recursos para los pescadores artesanales sino también a una reducción de la disponibilidad de pescado en los mercados locales para las poblaciones que dependen en un 70% de la pesca. para la ingesta de proteínas animales.

Si bien el presidente Bassirou Diomaye Faye había anunciado una reevaluación de los acuerdos de pesca, uno de los principales proyectos será la gestión antes de fin de año de la expiración, el próximo noviembre, del protocolo vigente desde 2019 con la Unión Europea.

Por AJ.SComité editorial

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