Para salvar una clase, se matriculan cuatro ovejas en la escuela

Para salvar una clase, se matriculan cuatro ovejas en la escuela
Para salvar una clase, se matriculan cuatro ovejas en la escuela
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En oposición al cierre de una clase dentro del grupo educativo intercomunal, los padres y funcionarios electos de Hermelange, Nitting y Voyer dieron la bienvenida a los cuatro inscritos que faltaban para llegar a los 98 estudiantes requeridos por la Educación Nacional. Cuatro bonitas ovejas…

Se llaman John Deere, Marguerite Duprés, Phil Tondu y Valériane Deschamps. Al inicio del año escolar, en septiembre, serán las nuevas incorporaciones al grupo educativo intercomunal (RPI) Hermelange-Nitting-Voyer.

Gracias a estos cuatro expedientes de matrícula debidamente cumplimentados en el ayuntamiento y transmitidos a los servicios de Educación Nacional, se ha alcanzado el fatídico umbral de 98 alumnos que exige la Educación Nacional para mantener la quinta promoción del RPI. El problema es que estos reclutas tienen cuatro patas, un vellón completo y una molesta tendencia a balar durante las lecciones…

Expedientes cumplimentados en debida forma

Este lunes 6 de mayo los niños de la guardería Nitting pudieron conocer a sus cuatro futuros amigos aparcados en la parte derecha del parque infantil. Estacionados en el sentido literal del término, ya que en realidad son cuatro bonitas ovejas prestadas por un granjero local. Un nuevo desaire hábilmente orquestado por la asociación de padres y los tres municipios.

“Dado que nuestros hijos son contados como ovejas, sería mejor llevar hasta el final el absurdo del razonamiento”, subraya Loïc Firtion, presidente de la asociación de padres.

Aprovecharon las vacaciones de primavera para montar esta operación sin omitir el más mínimo detalle. Se cumplimentaron cuatro expedientes de inscripción en los ayuntamientos y se remitieron al rectorado.

Las cuatro ovejas tienen nombres, direcciones, fechas de nacimiento, padres… Incluso se ha publicado un decreto municipal que autoriza la instalación de ovejas en los parques infantiles “en aras de la calidad educativa”.

Acciones originales

Además de los carteles y lemas “Escuela rural, escuela vital” o “Más número, menos clases” escritos con pintura en aerosol en sábanas colgadas en las escuelas y en los pueblos, los que se oponen al cierre de clases dan prueba de mucha imaginación.

Antes de registrar las ovejas, publicaron un vídeo en Internet para animar al director académico del Mosela a revisar su ejemplar. En esta adaptación de la canción de Gauvain Sers los olvidados , ya denunciaban: “No les alcanzó con hacer un RPI. Dejemos que los profesores se cuiden solos. Dejemos que los padres se impliquen igual de bien. Lo único que cuenta son los números”.

“Por el momento nos encontramos en un status quo”, añaden los alcaldes. Según una lógica que se nos escapa, la clase abierta cuando llegamos a 90 alumnos todavía está amenazada de cierre mientras estamos en 94. Y corresponde a los municipios decidir qué puesto se eliminará. Hermelange sólo tiene una clase y es impensable cerrar una escuela. Esto deja sólo dos opciones: una guardería menos en Nitting o una escuela primaria menos en Voyer. Con el rompecabezas, si cerramos una clase en Nitting, enviar algunos jóvenes a Voyer para que coincidan con los números solicitados. Después de invertir tanto en actividades extracurriculares y en nuestras escuelas, es desalentador”.

Regreso al redil

Un desaire que no es del todo del agrado de la inspección de la academia. Mientras los padres de los alumnos habían planeado una actividad educativa en torno a las ovejas para el descanso de las 10 de la mañana, los profesores recibieron la orden de mantener a los niños confinados hasta que los animales fueran evacuados.

“El criador tenía que hablar de su trabajo y de sus animales, teníamos láminas, dibujos y hasta una cancioncita para no contentarse con el zumbido y llevar algo a los pequeños… Pero a los profesores les ordenaron que siguieran los niños confinados mientras las ovejas estuvieran allí. Así que sabiamente regresaron a su redil…” lamenta Loïc Firtion.

Pero la lucha no termina ahí. Hasta el último recuento, que se realizará a principios del año escolar en septiembre, continuará la movilización para salvar la quinta promoción del RPI.

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