En las Landas, Benoît Barsacq lo ha convertido en su patio de recreo. A sus 32 años, este joven artista realizó una residencia de cinco semanas en Inertam. Esta empresa, con sede en Morcenx-la-Nouvelle, está especializada en la destrucción del amianto y la recuperación de su subproducto, el cofalit. Es esta piedra, tan sólida como frágil, la que el escultor intentó comprender.
En las Landas, Benoît Barsacq lo ha convertido en su patio de recreo. A sus 32 años, este joven artista realizó una residencia de cinco semanas en Inertam. Esta empresa, con sede en Morcenx-la-Nouvelle, está especializada en la destrucción del amianto y la recuperación de su subproducto, el cofalit. Es esta piedra, tan sólida como frágil, la que el escultor intentó comprender.
Para ello, inició las labores de recogida nada más llegar al lugar. Un montículo negruzco contrasta con el centenar de contenedores teñidos de violeta. Se mezclan fragmentos pequeños y grandes. En el interior, Benoît Barsacq encontró una materia prima “fascinante” con la que se dispuso a pasar largas horas. “Siempre me dije a mí mismo que trabajaría en ello. »
“La primera capa, bastante brillante, llamada vitrificado, es extremadamente frágil. Parece obsidiana. Luego, el resto del bloque requiere un corte más complejo”, explica. Equipado con el equipo de seguridad, pone en marcha la sierra de mesa. Con un ruido ensordecedor, el disco parte el cofalit. Chispas vuelan. Y acaba adquiriendo la forma deseada. “Es necesario contar con herramientas precisas. Me acostumbré a trabajar bajo limitaciones. » Luego viene la etapa de lijado y pulido.
“Jugando con texturas”
Ante las limitaciones impuestas por el amianto vitrificado, el escultor tuvo que revisar sus pretensiones. Imposible crear grandes estructuras debido a la “friabilidad” del material y la imposibilidad de insertarlo en un molde preconstruido. “Pensé que era más sencillo”, confiesa. En el suelo se encuentran tres de sus obras, de aproximadamente 30 centímetros de altura. El artista quiso “jugar con texturas” y “elementos naturales”.
Dos están formados por un complejo ensamblaje entre varias piedras de diferentes colores y formas. El tercero es un núcleo cuya base está hecha de resina de colofonia calentada. “Tomé esta dirección, trabajar en las Landas, porque me siento legítimo para hablar de ello”, admite este chico de Morcenx-la-Nouvelle. También creó una pintura monocromática de un metro por un metro, en color “azul petróleo”.
Experiencias
Si Benoît Barsacq pudo realizar esta residencia es también gracias a la asociación Zebra 3, con sede en Burdeos. El director, Frédéric Latherrade, elogia el interés de este tipo de proyectos para los artistas. “Esto te permite trabajar en un contexto diferente al taller. Pero también para crear vínculos a medida que conoces gente en el sitio. »
“Me siento legítimo para hablar de ello”
Esta iniciativa contó con el apoyo financiero de la Dirección Regional de Asuntos Culturales (Drac) Nouvelle-Aquitaine en el marco del sistema Arte y mundo del trabajo. El acceso a este material tan concreto con “su fuerza plástica” capaz de pasar de un negro “muy denso” a una “roca porosa” permitió al artista realizar varios experimentos. “Quiere continuar trabajando con este material y le gustaría tener un volumen de trabajo un poco mayor”, subraya el director.
El artista ya piensa en la posibilidad de calentar el cofalit por encima de los 1.700°C para poder darle mejor forma. Después de cinco semanas en Inertam, Benoît Barsacq admite “que está empezando a comprender este tema”.