Al frente de los Jóvenes Agricultores de Alpes de Alta Provenza durante un mes, Benjamin Ferrand recuerda su compromiso con el mundo agrícola y las cuestiones que afectan hoy al sector.
q¿Cuál es el papel del presidente de los Jóvenes Agricultores de Alpes de Alta Provenza?
“Antes de ser presidente, fui vicepresidente durante cuatro años. Estuve a cargo del pastoreo y la depredación. Hoy tengo que ocuparme de todos los expedientes. Mi misión es garantizar la renovación de las generaciones en la agricultura y, por lo tanto, representar y defender los intereses de los jóvenes agricultores. Realizo visitas de campo, gestiono emergencias y soy el portavoz para exponer las dificultades en los diferentes sectores.
La noción de instalación en la agricultura es el eje principal de nuestras acciones, es decir, las condiciones de acceso a la profesión para quienes la eligen y las perspectivas a largo plazo que permiten realizar proyectos de instalación. También organizamos la movilización de miembros en torno a acciones de promoción y comunicación dirigidas al público en general o a profesionales.
¿En qué estado de ánimo se encuentra desde las exigencias de enero?
Las cosas están paralizadas. Ha habido numerosos anuncios por parte del Presidente de la República y de los funcionarios electos, pero lamentablemente no se ha producido ningún cambio sobre el terreno ni en nuestras granjas. La situación no ha cambiado e incluso ha empeorado desde el punto de vista del flujo de caja. Aunque la PAC (Política Agrícola Común, nota del editor) se haya pagado al 97% y se hagan planes de ayuda en determinadas zonas, no son adecuados.
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