Este año el Banco de Alimentos celebra su cuadragésimo aniversario. La primera estructura de este tipo construida en Francia nació en Arcueil, en la región de París. En Estados Unidos, el concepto ya se había popularizado desde hacía varios años. El Banco de Alimentos de Borgoña se fundó un año después, en 1985. Hoy en día existen en Francia setenta y nueve, a los que se suman treinta y una sucursales. En Borgoña, la estructura principal está en Dijon, apoyada por tres sucursales descentralizadas en Auxerre, Nevers y Chalon-sur-Saône.
Una ecuación difícil de resolver
El presidente del Banco de Alimentos de Borgoña, Laurent Brondel, habla en serio de dos cuestiones principales: el aumento de la precariedad de la población francesa y la disminución de la oferta. La ecuación es difícil de resolver, incluso si el entrenador está decidido a arremangarse. Menciona cuatro pistas. El primero se refiere a la posibilidad de comprar a los agricultores productos no vendidos. Aquellos cuya apariencia, dañada o deformada, no se ajuste a las especificaciones de la gran distribución. “Entonces nuestro objetivo es utilizar estas compras para transformarlas en sopas, compotas, etc. Estamos trabajando en este sentido con Dijon Métropole…”
Un llamamiento a las empresas
Otro camino estudiado por Laurent Brondel se refiere a lo que él llama “zonas blancas”. Habla así de territorios aislados, como Morvan, donde viven pobres y ancianos. “Hemos pedido a France Active (red de empresarios comprometidos) que atienda a este público con equipos informáticos, ropa, alimentos, etc. » Y por último, el presidente recuerda que lanzó hace unos meses una plataforma en Internet para facilitar las ayudas que las empresas pueden prestar en forma de donaciones que luego pueden quedar libres de impuestos.
Un mayorista de ayuda alimentaria
Es importante recordar las figuras clave de esta estructura que desempeña un papel fundamental como mayorista de ayuda alimentaria. Colabora en la zona con ciento noventa y una asociaciones locales encargadas de distribuir los productos a los beneficiarios. Hablamos de Restos du coeur, pero también de viviendas, establecimientos sociales de alimentación e incluso CCAS (centros comunitarios de acción social). El Banco de Alimentos distribuye cada año aproximadamente 3.000 toneladas de productos, el equivalente a seis millones de comidas, en beneficio de aproximadamente ciento setenta y dos mil personas.
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