Costières de Nîmes mejora la imagen de sus vinos

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La denominación de origen Gard está evolucionando su identidad y su imagen para centrarse en su terruño y en la valorización de sus vinos. Se destaca la doble influencia de la mineralidad de sus cantos rodados y el frescor de la brisa del mar.

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El fin del rosa, pero no del rosado, para Costières de Nîmes. Desde hace muchos años, la imagen de la denominación Gard está estrechamente asociada al rosa fucsia que adorna su logotipo adornado con el icónico cocodrilo y la palmera de Nimes. “En el momento de madurez de una denominación de origen tiene casi 40 años”como recuerda su presidente Cyril Marès (la AOC cumple 38 años, ndr.), los viticultores de la denominación han optado por decir adiós a lo llamativo para orientarse hacia una mayor sobriedad y “resaltando el terruño”apoya al presidente que asegura que “Es más una muda que una mutación, mientras que el rosa, aunque muy visible, nos ha atrapado demasiado en un segmento”.

Comprometidos desde hace varios años con una evolución cualitativa, los viticultores trabajaron durante un año para salir “la ligereza, y quizás la falta de seriedad en la imagen” rosado para acompañar el aumento de calidad de los vinos de la denominación. Con tonalidades más sobrias, dominadas por el tono terracota, la nueva identidad pretende “mejorar el reconocimiento y la comprensión de la denominación de origen, reflejando la personalidad de nuestros vinos, para llegar también a un nuevo público”defiende Cyril Marès.


Hasta luego cocodrilo

Menos llamativo, el nuevo logotipo ilustra también la fuerte decisión de dejar de lado definitivamente los atributos de Nimes, tanto en la menor importancia de las letras como en el abandono de la palmera y el cocodrilo, emblemas de la ciudad heredados de la campaña egipcia de Emperador Augusto. Si el cordón de la imagen se corta con la ciudad madre, el vínculo con la capital del Gard sigue siendo esencial, ya que es durante el momento importante de la Feria de Pentecostés cuando la nueva imagen será presentada al público en general, a través de la bodega regentada por la Union. La botella sindical también se mantiene sin cambios.

Por el contrario, la O y el acento de la E adquieren dos símbolos fuertes que los viticultores de la denominación de origen Gard quieren apoyar ahora. “Note terroir se caracteriza por una doble influencia importante”desvela la directora del sindicato AOC Aurélie Pujol, “por un lado, la fuerza y ​​la mineralidad de nuestros guijarros enrollados, por otro, el soplo fresco de la brisa marina, que son una fuerte huella del único terruño del Ródano en contacto directo con el mar”.


Si bien el discurso de los productores estaba hasta ahora imbuido de influencias personales que van desde el romanismo hasta el Ródano, pasando por la Camarga o el Mediterráneo, esta nueva identidad pretende sobre todo ser un vector de reorientación y pertenencia en torno a un terruño único. Para los 250 que declaran una cosecha con derecho a la denominación, esta nueva imagen acompaña la evolución cualitativa de una denominación de origen local que produce tanto vinos tintos como rosados, con un 10% de vinos blancos. En última instancia, también pretenden hacer realidad la reflexión iniciada hace 14 años en torno a los nombres de los pueblos.

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