Rodeadas por dos afluentes del río Aa, las casas de la península de Roger Salengro serán arrasadas. Once familias tendrán que abandonar el barrio en los próximos meses, incluida la de Vincent Maquignon. En su casa, el agua subió a 1,30 m en el invierno de 2023. Su pabellón acaba de ser adquirido por el Estado. Gracias al fondo Barnier, recibirá el importe del inmueble antes del desastre, es decir, 260.000 euros. Arrasar viviendas para limitar los daños causados por futuras inundaciones es también el objetivo de una localidad vecina. En Arques, Benoît Roussel, el alcalde, quiere demoler una treintena de casas para hacer del barrio un espacio natural. Pero allí algunos residentes no quieren irse. Este es el caso de Sophie Lebas que vive allí desde hace más de 20 años. El Estado todavía podrá obligar a los recalcitrantes a abandonar sus hogares. Pero el proceso de expropiación puede ser largo. Actualmente se está llevando a cabo una reunión pública en el ayuntamiento, para intentar encontrar una salida favorable al asunto. TF1 | Informe Z. Ajili, C. Yzerman, C. Multon
