Bélgica lleva cinco días consecutivos enfrentándose a ciberataques de grupos prorrusos. Para David Criekemans, profesor de política internacional de la Universidad de Amberes, el país niega la gravedad de la situación y no invierte lo suficiente en ciberseguridad.
“Actualmente, sólo hablamos de ataques DDoS, pero debemos mirar las cosas de manera más amplia. Nuestro gobierno no está invirtiendo lo suficiente en ciberseguridad. Y esto también es parte de la resiliencia nacional.“, subraya David Criekemans.
Durante un ataque DDoS, los servidores se saturan de solicitudes, lo que los hace inaccesibles para los usuarios. Sin embargo, los piratas informáticos no pueden robar datos de esta manera. Por lo tanto, estos ataques no son muy peligrosos, según la CCB. “Es cierto, pero afectan al eslabón más débil: cada vez más autoridades locales utilizan aplicaciones en línea. No podemos excluir que los ataques se vuelvan más sofisticados en el futuro. Nuestros puertos también parecen más vulnerables de lo que pensábamos“, continúa el profesor de la Universidad de Antwerpen.
Por lo tanto, Criekemans insta a las autoridades a que se tomen en serio esta amenaza. “A nivel flamenco a veces tenemos la impresión de que se trata de una cuestión federal. El ejército está estableciendo un componente cibernético, pero no es suficiente“, explica.
Los Estados bálticos han enfrentado ataques cibernéticos de grupos vinculados a Rusia durante mucho más tiempo que Bélgica. “Cada crisis representa una oportunidad. Ahora están muy avanzados en este ámbito y también tienen un sector empresarial activo en seguridad digital. No es sólo un costo. Al unir nuestros conocimientos, también podemos ganar económicamente.“
Ciberataques