Quiso la suerte que la muerte de L’Alpe du Grand Serre se produjera pocas horas después del anuncio del fallecimiento del inmenso Michel Blanc. El actor, fallecido a los 72 años, fue uno de los que popularizó el esquí gracias al enorme éxito de la película La gente bronceada va a esquiar estrenada en 1979 y filmada en Val d’Isère. Si a la estación de Saboya le está yendo muy bien, no ha sido el caso de L’Alpe du Grand Serre. En déficit desde hace varios años, la estación familiar situada a menos de una hora de Grenoble vivía de la miseria y sobrevivía sólo gracias a las subvenciones públicas.
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El viernes 4 de octubre, la comunidad de municipios de Matheysine decidió no renovar el contrato de gestión con la empresa Sata que explotaba los remontes, informa France Bleu Isère.
Fue creado hace más de ochenta años.
Cuando se creó, en los años 30, se llamó “La Morte”, en referencia al paso situado en el macizo de Taillefer donde se ubica. Desde el viernes, la estación de L’Alpe du Grand Serre ha recuperado su nombre original. Si la actividad no va a parar del todo y debe continuar en verano, es el fin de los remontes. Se trata de un duro golpe para todos los profesionales de este complejo situado a 1.368 metros de altitud y que preparaban su apertura dentro de dos meses.
Según France Bleu, los déficits se habían vuelto demasiado elevados para que la comunidad de municipios pudiera soportarlos. Su proyecto de convertirlo en un complejo de “cuatro estaciones” tardó en concretarse y no recibió el apoyo financiero esperado ante unas inversiones especialmente importantes. Según su presidente, la comunidad de municipios de Matheysine ya ha pagado 2,8 millones de euros desde 2017 para saldar deudas operativas. Enorme para una comunidad de menos de 20.000 habitantes.
