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Frente a la costa de Granito Rosa, el archipiélago de Sept-Îles se erige como un santuario de vida silvestre y un ejemplo espectacular de la belleza natural de Bretaña.

Protegida como reserva natural, esta colección de islas y rocas ofrece una diversidad biológica excepcional y paisajes impresionantes, atrayendo a visitantes de todos los ámbitos de la vida para descubrir su rica vida silvestre y panoramas marítimos únicos.

Descubrimiento de las islas del Archipiélago

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El archipiélago está formado por varias islas y arrecifes, cada uno con su propio carácter:

  • bono : la isla más grande, conocida por su densa vegetación y vistas panorámicas.
  • Rouzic : hábitat exclusivo de la única colonia francesa de alcatraces.
  • Île aux Moines: accesible a los visitantes, famosa por su faro y un antiguo fuerte de Vauban.
  • Isla plana : destaca por sus paisajes rocosos y su variada fauna.
  • Isla Malban : un sitio importante para muchas especies de aves marinas.
  • El ciervo y los costans : dos arrecifes que completan el paisaje marítimo del archipiélago.

Un día típico en el Archipiélago

Tu aventura comienza con una travesía en barco desde Perros-Guirec, donde serás recibido por una tripulación amable e informada. Mientras el barco navega hacia el archipiélago, los guías le ayudarán a detectar e identificar varias especies de aves.

En la isla Rouzic podrás observar de cerca los impresionantes alcatraces y tal vez incluso ver focas grises descansando en las rocas.

Podrás alojarte no muy lejos de este lugar, en un camping cerca de las Costas de Granito Rosa.

Lo más destacado de la excursión

La escala en Île aux Moines ofrece la posibilidad de caminar hasta el faro y explorar las ruinas de Fort Vauban. Los niños estarán encantados de ver los conejos salvajes que habitan la isla.

El viaje de regreso en barco también puede deparar sorpresas, como encontrarse con una manada de delfines jugando en las olas, proporcionando un final perfecto a un día ya de por sí excepcional.

Conclusión

El archipiélago de Sept-Îles no es sólo un viaje, es una experiencia transformadora que combina aventura, descubrimiento y descanso en uno de los lugares más bellos de Bretaña.

¡No olvides que cada acción cuenta para proteger esta reserva natural! Lleva tus residuos contigo, no dejes nada en el lugar y no molestes a la vida silvestre.

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