Vestido fucsia con cinturón de flores para ella, traje elegante para él… ¡pero sin corbata! En los jardines de la finca de Stuyvenberg, donde viven, Astrid de Bélgica y Lorenz de Austria-Este juegan, todo sonrisas. 40 años de matrimonio merecen una fotografía oficial o más bien dos. Si la primera tiene todos los ingredientes de un retrato clásico, con las miradas dirigidas hacia el objetivo; la segunda, donde ya no se quitan los ojos de encima, se les parece, todo ternura…
Además de estas fotos, la princesa Astrid y el arzobispo Lorenz han aceptado responder a varias entrevistas que se emitirán el domingo en Bélgica. Una oportunidad para retroceder en el tiempo y evocar, en particular, aquel frío día de septiembre de 1984, cuando se dieron el «sí, quiero» y que la lluvia no consiguió estropear.
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“Los novios, rodeados por la escolta real a caballo, fueron aclamados con gritos de ‘¡Lorenz!’, ‘¡Astrid!’”, recordó el enviado especial de Punto de vista“Los soberanos belgas fueron calurosamente aplaudidos, al igual que Sofía, el rey Olaf, el conde y la condesa de París, que son muy conocidos en Bélgica…” Desde entonces, Astrid y Lorenz se han convertido en los felices padres de cinco hijos y pasan todo el tiempo posible con sus tres nietos: Anna-Astrid, Maximilian y Alix.